Esta época quedará también para el folclore musical, como tres décadas atrás el terrorismo y los excesos del ‘outsider’ Fujimori inspiraron “Las torres” de Los Nosequién y Los Nosecuántos. Ahora no son ‘terroristas balanceándose sobre la tela de una araña’, pero sí hay símbolos, sentimientos de odio o apología del terror, reminiscencias de aquel entonces. En el Perú de la inestabilidad política, hay corrientes subterráneas que gozan de estabilidad.
Dejemos el folclore y vayamos al análisis que busca claves. La mayoría está en la cabeza del presidente, en su dificultad para a) saber a quién escucha y hace caso, b) tomar una decisión, c) ejecutarla y d) todas las anteriores. Una clave para entender lo que ha pasado y podrá pasar en estos días está en la suspendida remoción de Guido Bellido la semana pasada. La frustrada intentona de ajuste en el poder puso en evidencia y estado de vulnerabilidad a los entornos moderados del presidente, e inició (segunda clave) una fase de forcejeo destructivo entre las dos facciones.
El Congreso hizo bien en investir al Gabinete. Se ahorró el costo político (tercera clave) de una caída que se está produciendo en nuestras narices, por propia mano del Ejecutivo, atendiendo a la presión de la opinión pública tras la suma de revelaciones que asocian a algunos ministros con la violencia, ya sea en forma actual y apologética, como exceso de juventud o como duda nunca resuelta. El excanciller Héctor Béjar cayó primero, preparando el camino a la investidura del primer ministro Bellido. Luego empezó a caer el ministro de Trabajo, Iber Maraví, como para prolongarla.
El forcejeo entre las alas sería la explicación de la caída sincopada de Maraví. Recuerden que el abogado sindicalista fue puesto en el Ministerio de Trabajo por Castillo (cuarta clave), de ahí el desapego de Bellido y Cerrón en hacer un anuncio que quita presión sobre la propia cabeza del primer ministro (quinta clave). Por supuesto, ustedes se preguntarán, como yo, ¿por qué Castillo no se apresuró en sacar a Bellido, que tiene similares cuestionamientos y concentra el poder de Cerrón en el Gabinete?
Aquí es donde todas las claves se resumen en la cabeza del presidente: la gran dificultad de un hombre para hacer de tripas corazón y gobernar con nuevos aliados. Por supuesto, hay otras claves, miedos y factores a tomar en cuenta. Está la bancada de Perú Libre, con unos 20 votos que podrían volverse hostiles hacia él. Aunque, en compensación, estaría el apoyo que podría recibir desde las bancadas de centro. Pero, ¿realmente Pedro Castillo quiere entregarse al coro de los moderados o prolongar su matrimonio radical? Hasta el cierre de estas líneas, no hay respuesta. Volvemos a todas las claves, cuerdas y telas de araña que resisten su mudo y exasperante balanceo.
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