Héctor Villalobos

¿Qué afinidades ideológicas o coincidencias programáticas pueden tener congresistas como Guido Bellido, Darwin Espinoza o Edgar Tello, integrantes de? ¿O será acaso que lo que los une son los principios en común? Según el ideario de la agrupación de José Luna Gálvez, esta tiene la visión de “recuperar para el Perú los principios básicos de valores éticos y morales, tales como honestidad, solidaridad, trabajo, participación, responsabilidad, justicia, respeto, igualdad, fe, servicio, compromiso, integración y reconciliación”. En otras palabras, un partido formado con las más puras y nobles intenciones y a cuyos arcangélicos miembros solo les faltan las aureolas y las arpas.

Este es un ejemplo más de que muchos idearios o planes de gobierno que se presentan en época electoral son letra muerta. Las declaraciones de valores y principios no son más que manifiestos cachacientos que se redactan con pragmático cinismo y con el único objetivo de cumplir con un requisito legal.

¿Puede recuperar los valores éticos y morales del país una bancada que está conformada por nueve investigados y un sentenciado? ¿Promueve la honestidad y el respeto un grupo parlamentario que recoge y pega con babas a cuanto impresentable se encuentre libre, sin importar su origen, pensamiento político o prontuario?

Podemos Perú es un combinado de carretilla, un siete colores político que solo busca incrementar el número de sus integrantes para tener más ventaja en el reparto de comisiones y en las negociaciones parlamentarias. En un arranque de sinceridad (o desfachatez), Guido Bellido ha dicho que su adhesión no significa que votará de manera colegiada con la bancada y que lo que a él le interesa es poder integrar comisiones y tener “voz y voto en el pleno”.

Una agrupación que solo pudo colocar a cinco congresistas en las elecciones hoy tiene 14 parlamentarios. De ser una minoría más pasó a ser la segunda fuerza del Parlamento. Lo que las urnas no dan las componendas lo otorgan.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Héctor Villalobos es editor de Política