Vilcatoma, por Milagros Leiva
Vilcatoma, por Milagros Leiva
Redacción EC

Le han dicho de todo. Que cómo se atrevió a grabar a su jefe, que ella es parte de un complot para desestabilizar al gobierno de Humala. La primera dama ya aclaró que no se puede confiar en quien graba y luego divulga audios. ¿Alguien ha querido escuchar las explicaciones de la ex procuradora ?

¿Saben todo lo que hizo esta mujer para lograr que Álvarez, Orellana y Jiménez sean apresados? ¿En el Ministerio de Justicia recuerdan o no les conviene enumerar todo lo que Vilcatoma preguntó y denunció sobre Martín Belaunde Lossio, Heriberto Benítez y Víctor Crisólogo?

Fue ella quien recibió en su despacho de fiscal a Ezequiel Nolasco y fue ella quien escuchó cómo los sicarios lo amenazaban de muerte por denunciar a Álvarez. La amenaza se cumplió y a Nolasco lo mataron. Vilcatoma prometió a las víctimas que en el Perú nadie es intocable ante la ley. Ayer admitió que al parecer en el Perú sí existe un intocable y este se llama , el amigo de la pareja presidencial. Belaunde Lossio dijo que no se iría gratis a prisión, la renuncia de Christian Salas y la expulsión de Yeni Vilcatoma son el mejor ejemplo de que, en efecto, gratis no caerá. 

¿Alguien se ha preguntado por qué una procuradora se atreve a pedirle al presidente de un país que el ministro de Justicia renuncie porque según ella ha abdicado a su labor? ¿Por qué se atrevería a grabarlo y a difundir el audio sabiendo que con eso la botarían? Vilcatoma lo ha explicado. Convocada a una reunión para explicar el Caso ‘La Centralita’, acudió al llamado del ministro Figallo y nunca imaginó que en esa reunión estaría el asesor jurídico del presidente, quien ha reconocido conocer a Martín Belaunde Lossio. ¿Qué hacía Roy Gates en esa cita? ¿Figallo y Humala pueden aclararlo? Vilcatoma le contó eso al procurador Salas que era su jefe y, según ella, este le aconsejó registrar todo lo que se hablara sobre el caso. Figallo dijo que cabía la posibilidad de convertir a Belaunde Lossio en colaborador eficaz. No solo Figallo, el fiscal de la Nación, Ramos Heredia, también lo había deslizado. Los procuradores decían en todos los tonos que eso era imposible: si Belaunde Lossio se convertía en colaborador, por qué no Álvarez, Orellana, Jiménez. Imposible. ¿Por qué? Porque eran cabecillas. Simple, contundente. Así lo dijeron, así lo gritaron.

Finalmente, ayer Figallo dijo que el amigo presidencial no podrá ser colaborador eficaz, que por todo lo que le han dicho los procuradores no se puede. Lo ha dicho después de botar a Vilcatoma en un programa de televisión. Y ahora le dicen traidora, arrebatada. Ayer Yeni Vilcatoma lloró cuando leyó la resolución de su expulsión. Lo ha dicho: ella hizo lo que hizo porque estaba luchando contra los corruptos. La fidelidad y primera lealtad de un procurador es con el Estado y no con el gobierno de turno.