La Comisión de Fiscalización, presidida por Segundo Tapia (Fuerza Popular), aprobó el pedido para pedir facultades investigadoras contra Martín Vizcarra. (Foto: Difusión)
La Comisión de Fiscalización, presidida por Segundo Tapia (Fuerza Popular), aprobó el pedido para pedir facultades investigadoras contra Martín Vizcarra. (Foto: Difusión)
Editorial El Comercio

En el argot de la aviación, se conoce como ‘viento de cola’ a aquella corriente de aire que sopla en la misma dirección en la que se desplaza una nave, haciendo que el vuelo de esta sea mucho más ligero. La figura es una alegoría perfecta para calificar varias de las decisiones que han tomado últimamente y sus aliados desde el y que sirven para darle empuje a las razones que el Ejecutivo utiliza para defender la conveniencia del adelanto de elecciones.

En efecto, desde que el presidente anunció en su último mensaje a la nación la necesidad de que tanto su mandato como el de los congresistas (del 2021 al 2020), la mayoría parlamentaria se ha sumergido en una vorágine de acciones y gestos poco conciliatorios con los que, al tiempo de mostrarle los colmillos al Ejecutivo, le han dado también a este la fuerza que necesita para seguir sosteniendo una propuesta que, de por sí, luce muy poco sólida.

Antes de entrar a este recuento, empero, vale recordar que tanto FP como el Apra se han labrado a pulso el poco respaldo que obtienen entre los ciudadanos. Piénsese, sino, en los blindajes que han venido operando en beneficio de algunos fiscales supremos, como y Tomás Gálvez Villegas, que han sido señalados en un informe fiscal como miembros de la presunta organización criminal Los Cuellos Blancos del Puerto y que aparecen en los célebres audios difundidos hace un año (en el caso de Gálvez Villegas, además, vale recordar que el Poder Judicial en su contra –que fue luego revocado–).

Con estos antecedentes en mente, júzguese la siguiente cadena de decisiones.

A mediados de agosto, cuando se definieron a los titulares de las comisiones que le corresponde presidir en el Congreso, FP optó por una selección bastante elocuente. En su vocería, por ejemplo, , quien había calificado en el chat La Botica al jefe del Estado como “”. A Rosa Bartra, por otra parte, al frente de la Comisión de Constitución (que justamente debe revisar la propuesta del adelanto electoral), a pesar del ritmo plúmbeo que le impregnó en la legislatura pasada a los proyectos de reforma política y de justicia del Gobierno. Mientras que , enemiga acérrima del enfoque de género en el currículo escolar, la coronaron como titular de la Comisión de Educación.

Justamente en este último grupo, FP –con el apoyo de otras bancadas– impulsó a inicios de semana que se retome por 120 días la investigación congresal contra la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu). Una acción que, dados los vínculos de ciertos legisladores con algunas universidades sancionadas por el organismo, parece guiada por la calidad de la educación superior en el país.

Lejos de acabar allí, los avisos continuaron llegando el miércoles. Ese día, por un lado, la Comisión de Fiscalización aprobó investigar terminar rasguñando al mandatario (Conirsa y Chinchero) y hacer lo mismo, además, –cuyos sondeos suelen mostrar un respaldo claro a varias de las iniciativas del Gobierno–. Y por el otro, la Junta de Portavoces decidió en la Comisión de Ética (de 10 a 19); una recomposición que le otorga cuatro espacios más a FP, que ahora, junto con sus aliados de la Mesa Directiva y el Apra, ostenta la mayoría en este grupo de trabajo.

Por todo ello, no resulta tan difícil entender a los ciudadanos que, en las últimas semanas, todavía apoyan claramente el adelanto electoral, según distintos sondeos.

En honor a la verdad, han sido justamente FP y sus aliados los que, con acciones como las reseñadas, se han terminado erigiendo como verdaderos promotores de la propuesta del Ejecutivo y han hecho que esta sea vista como una salida bastante potable para un grueso de la ciudadanía. Verdaderos ‘vientos de cola’, sin duda.