Conmemorando la fiesta nacional de Francia, que tuvo lugar ayer, hubo en París una verdadera apoteosis del ejército. Desde la madrugada todos los alrededores de Long Champs estaban convertidos en un hormiguero de gente. Todos los altos dignatarios del Estado estaban presentes. El desfile de las tropas fue imponente. Después de la infantería, la caballería formó en batalla al fondo del prado y a una señal, la enorme masa se puso en marcha al galope para venir a parar, como un solo hombre, a 50 metros delante de la tribuna oficial donde presentaron las armas.