La falta de víveres que ha obligado a un férreo racionamiento y el descontento por los reveses bélicos y el gran número de soldados muertos y heridos ha provocado desórdenes en diversas ciudades alemanas.
En Düsseldorf una multitud de mujeres, en su mayoría esposas de los obreros de las fábricas de municiones, desfilaron por las calles rompiendo lunas, pidiendo pan y entonando himnos revolucionarios. La policía tuvo que hacer uso de sus sables hiriendo a numerosas manifestantes. La carne de res casi ha desaparecido en la dieta de los alemanes.
H.L.M.