¿Cómo ser un congresista? (II), por Jota Daniels
¿Cómo ser un congresista? (II), por Jota Daniels
Redacción EC

Continuamos con nuestro esfuerzo por capacitar a los futuros padres de la patria. La semana pasada vimos cómo actuar en caso de una interpelación, ahora veremos cómo afrontar las denuncias y escándalos.

Niegue todo. No importa que haya testimonios, audios, videos. Usted mire a la cámara y jure inocencia. Denuncie un “linchamiento mediático sin precedentes” y responsabilice a sus adversarios políticos o a Nadine.

Solicite el levantamiento de su inmunidad parlamentaria. No se preocupe, previamente ya habrá coordinado con sus colegas para que no levanten nada. Usted puede seguir transitando tranquilo por la avenida Abancay. 

Asuma con dignidad su apodo. Es inevitable, los medios empezarán a llamarlo el “quitacalzón”, la “traficahígado”, el “comechifa”, la “asaltacunas” o el “robahuaco”, según corresponda al escándalo que lo envuelve. Incluso, puede aprovechar para lucrar con el tema sacando una marca de lencería fina, abriendo un restaurante, inaugurando una guardería o dedicándose a la artesanía, según corresponda.

Espere. El tiempo es su aliado. Pronto saldrá algún colega con un escándalo más rochoso que el suyo y usted pasará a la historia. ¿O acaso alguien se acuerda de la ‘’ o el ‘’? Nadie. Pronto las cámaras dejarán de acosarlo y los únicos que lo buscarán serán los líderes de distintas bancadas para obtener su voto favorable en casos complicados. Mientras pasa la ola, vaya planificando su muy probable reelección.