Esta semana ocurrió lo impensado: el Perú campeonó en un mundial de fútbol. Con la opinión pública concentrada en temas más importantes –como los últimos acontecimientos del Caso Edita Guerrero–, los Juegos de la Juventud Nanjing 2014 no fueron tomados en cuenta, hasta que la singular noticia del campeonato llegó desde la lejana China. De inmediato, todos los involucrados en el mundo deportivo se pusieron a hacer su trabajo.
Siempre preocupados por informar, los medios de comunicación interceptaron a familiares, amigos, vecinos y compañeros de carpeta de los ahora populares “jotitas” para tener los datos más relevantes. Así, ahora podemos saber cuáles son sus platos favoritos, qué música escuchan, a qué dedican el tiempo libre, entre otros importantes aspectos. En paralelo, y a ritmo de la polca “Perú campeón”, los comentaristas deportivos ya empiezan a analizar cuáles serán las posibilidades de este equipo en eliminatorias mundialistas futuras y a especular si alguno de los seleccionados será el próximo “Messi peruano”.
Diversas fuentes señalan que los jugadores han recibido con sorpresa y aturdimiento la súbita atención. A ello tendría que sumarse las diversas ofertas laborales que reciben para unirse a populares programas juveniles de concurso. “No se preocupen chicos, ya llegan las vedettes”, les habría comentado con entusiasmo y nostalgia un ex jotita que hoy brilla en un arrollador equipo de provincia.