Según la última edición del Diccionario académico (2014) este adjetivo proviene del náhuatl o azteca cutuche ‘cortado’. Se registra como voz centroamericana (El Salvador, Guatemala y Honduras) que se aplica al animal rabón, es decir, a aquel que tiene la cola muy corta o que carece de ella. Sin embargo, cuto, -a se documenta también en nuestro castellano coloquial y popular; véase un ejemplo del oficial Diccionario de peruanismos (2016): “Perro cuto perdido en Trujillo. Nombre: Oso Pequeño”. Cuto es el apodo de un recordado exfutbolista peruano.
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