En la lengua general, este obvio derivado de cabra significa ‘enfadar’ (se explica, según el Diccionario crítico etimológico de Corominas, “por las rabietas típicas de las cabras”). Pero en nuestro castellano coloquial –también en el de República Dominicana– ha tomado el sentido figurado de ‘esquivar’, aplicado especialmente a juegos infantiles o deportivos. En cierta página de internet se lee lo siguiente: “El delantero cabreó a los defensas del equipo rival”. Por otra parte, cabrearse es en nuestra lengua popular ‘acobardarse’.