En el Perú, llamamos caño a la ‘llave de agua’ (en España grifo, término que aquí es ‘estación de gasolina). Pero en nuestra lengua familiar, cerrar el caño significa figuradamente ‘suspender sin aviso una entrega regular de dinero, ya sea por pago o subvención’. En la edición del 2/6/2005 de la revista limeña Caretas se lee: “PJ [Poder Judicial] alista presupuesto con quien antes le cerró el caño”.