Este verbo, homónimo de lacrar ‘enfermar, perjudicar’ (derivado de lacra), significa en la lengua general “cerrar con lacre”, es decir, con una pasta sólida, compuesta de goma laca y trementina empleada para cerrar y sellar cartas. Pero en nuestro lenguaje forense lacrar tiene el sentido metafórico de ‘cerrar un lugar, como una oficina, de manera que nadie pueda ingresar debido a diligencias judiciales’. Véase un ejemplo de la página web de este diario: “…desde el momento que un fiscal lacra un espacio nadie puede acceder a este” (8/1/2019).