Este verbo, documentado en castellano desde el siglo XV, viene del latín occupāre, voz relacionada con el radical capere, antecedente de caber. Con el sentido de ‘dedicarse a una tarea’ ocupar(se) va seguido de las preposiciones en o de; como ‘prestar atención o cuidados a alguien o algo’ solo permite de. Pero en nuestra lengua popular ocuparse –sin preposición– es un eufemismo que se usa en vez del cultismo defecar. “Tengo problemas para ocuparme”, podría decir quien está estreñido.