En el Perú y otros países de la América hispana se usa voltear por volver en algunas de sus acepciones; lo notable es que esa anomalía subsiste en derivados como voltereta o su aumentativo volteretazo, que en el Perú significa también ‘cambio de opinión, especialmente si es brusco’. Véase un ejemplo en la edición del 6/5/1993 de la revista limeña Caretas: “El volteretazo corresponde al llamado «pragmatismo» del presidente [Fujimori], que no repara en cambiar aliados cuando los nuevos le procuran mayor ventaja”.