Este verbo de origen incierto, probablemente de creación expresiva, se documenta en castellano desde el siglo XVII. En el español general tiene diversos sentidos, pero en la lengua popular del Perú y otros países americanos ha desarrollado, además, una peculiar acepción pronominal: ‘introducirse subrepticiamente en una reunión social’; quien se zampa con frecuencia se gana la reputación de zampón. Por otra parte, aquí y en Bolivia zamparse es también equivalente vulgar de embriagarse, emborracharse.