"De Sócrates lo que queda es un ejemplo. Su muerte es mucho más importante que su vida, tal como la conocemos". (Ilustración: Víctor Aguilar Rúa)
"De Sócrates lo que queda es un ejemplo. Su muerte es mucho más importante que su vida, tal como la conocemos". (Ilustración: Víctor Aguilar Rúa)
Mario Vargas Llosa

Uno de los problemas de nuestra época es que hay muchos libros que leer y poco tiempo para hacerlo. Arrastro desde los años ochenta del siglo pasado la “Vida de Sócrates”, de Antonio Tovar, de Alianza Editorial, que compré porque me dijeron que era un magnífico libro. Luego me advirtieron que su autor era “un franquista” y, hasta esta semana, no lo leí. Es una obra maestra, desde luego, y, aunque lo que cuenta ocurrió hace veinticinco siglos, con muchas enseñanzas para este mundo que podría volar en pedazos si Rusia, como parece, invade Ucrania y se arma de pronto y sin quererlo la tercera guerra mundial. Así nacieron la segunda y la primera, sin que nadie las planeara, y sobre todo sin que sus consecuencias –los millones de muertos– fueran previstas.