A la incertidumbre política de estos meses se suma ahora la incertidumbre económica. Mala noticia para un país que afronta la pandemia del coronavirus en medio de la peor receta sanitaria que se pudo aplicar (esta semana se confirmó que el Perú tiene el índice más alto de fallecidos por cada 100 mil habitantes de todo el planeta). Cinco meses después de decretada la emergencia el INEI constata que alrededor de siete millones de peruanos han perdido sus empleos. Y como si no pudiéramos estar peor, una mayoría en el Congreso (junto a la pasividad del Ejecutivo) empieza a complicar más de la cuenta toda posibilidad de superar lo antes posible esta crisis.
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