Un año atrás, nadie realmente estaba convencido de que PPK sería presidente. De hecho, todos creíamos que Keiko Fujimori ganaría las elecciones y algunos, incluso, pensábamos que había intentado ser sincera en Harvard.
Un año atrás, varios amigos de izquierda decían en privado que Verónika Mendoza era solo una cara bonita cuyo único rol era colocar un puñado de congresistas en el hemiciclo. Un año atrás, Marco Arana era el dueño de la pelota.
Un año atrás, solo la DEA sabía quién era Joaquín Ramírez.
Un año atrás, Lucho Galarreta era alguien con una proyección política interesante. Yeni Vilcatoma era una ejemplar luchadora contra la corrupción y Vladimiro Huaroc era de izquierda.
Un año atrás, Fernando Zavala era el CEO de Backus y Salvador del Solar grababa su pequeña aparición en la serie “Narcos”.
Un año atrás, de César Acuña solo teníamos dudas.
Un año atrás, Julio Guzmán era un simple globo de ensayo marketero; Alfredo Barnechea, una excentricidad de esa otra excentricidad llamada Acción Popular, y, a juzgar por su cuenta de Twitter, Juan Sheput detestaba a PPK. Algunas cosas no cambian.
Un año atrás, Alan García era un rival temible. Y su entonces aliado Álex Kouri estaba libre. Y Mauricio Mulder no hubiera puesto las manos al fuego por nadie.
Un año atrás, Fernando Olivera era Popy el Breve, un personaje detestado, un cadáver político, un paria. Nadie se hubiera tomado un ‘selfie’ con él.
Un año atrás, la Defensoría del Pueblo y el BCR eran instituciones sólidas y confiables. Un año atrás, el Jurado Nacional de Elecciones era intachable, incuestionable.
Un año atrás, todos los candidatos alababan la gestión de Jaime Saavedra en el Ministerio de Educación y prometían mantenerlo en el puesto si ganaban.
Un año atrás, Becerril no era tan Becerril. O quizás sí.
Un año atrás, no pensabas jamás contar eso que te pasó con ese ex, con ese crítico literario, con tu papá. Un año atrás, Ni Una Menos era solo una frase de Liniers.
Un año atrás, Larcomar era más visitado que Machu Picchu. Un año atrás, un comandante apellidado Humala era el presidente de este país.
Un año atrás, Donald Trump era una broma. Un año atrás, nadie sabía –confiésenlo– que el Reino Unido era parte de la Unión Europea.
Un año atrás, nadie pensaba que la guerra contra las FARC terminaría alguna vez.
Un año atrás, se acababa de estrenar el último episodio de “Star Wars” y Carrie Fisher volvía a ponerse de moda. El Nobel de Literatura se entregaba a gente que publicaba libros. Leonardo DiCaprio seguía siendo el aspirante eterno a un Óscar.
Un año atrás, Jon Snow estaba muerto y Harambe estaba vivo.
Un año atrás, le dije a Ricky Tosso por Twitter que de niño había sido fan del Club de Ricky. Me puso like.
Todo esto ocurrió un año atrás. Como habrán visto, en un año puede ocurrir de todo.
Que el 2017 sea, por fin, un año adelante.