"Cuando cinco es cero", por Fritz Du Bois F.

FRITZ DU BOIS F.
Director Periodístico

Luego del triunfalismo, es momento de dejar La Haya y empezar a considerar cómo se puede revertir la desaceleración económica hacia la que estamos encaminados. Para ello debería Humala aprovechar el fallo para construir consenso y elaborar una agenda para la segunda mitad de su mandato.

Posiblemente lo primero sería iniciar una cruzada para mejorar la seguridad. Cuando leemos que los pasajes en Trujillo se han elevado a fin de financiar el creciente costo de la extorsión que todos los transportistas en esa ciudad están pagando, es claro que la inseguridad se está escapando totalmente de las manos.

Más aun, la incapacidad de la policía para cumplir su función se ha convertido en un sobrecosto que está afectando tanto a la inversión como al presupuesto familiar de todos los ciudadanos. La inseguridad es, sin duda, el principal problema que enfrentamos los peruanos, pero por algún motivo no parece ser algo que le interese a nuestro mandatario.

Posiblemente un motivo de ese desinterés sea el hecho de que Interior sea la cartera que más problemas le ha ocasionado y en la cual, a pesar de haber cambiado cinco veces al encargado, todos han fracasado. Incluso el destape de los binoculares comprados a un precio 14 veces superior al del mercado simplemente es una raya más en un sector que está naufragando.

Asimismo este último escándalo es un reflejo de cómo se está perdiendo el cuidado en el manejo de los recursos del Estado. Por ejemplo, es alarmante que se esté a punto de gastar más dinero en una línea lateral del metro limeño que lo que cuesta el Canal de Panamá. Deben existir mil proyectos más rentables en los cuales ese dinero puede ser mejor utilizado. En todo caso, el presidente o la primera dama, que están entusiasmados con la línea 2, deberían explicarle al país el motivo por el cual su costo se ha triplicado. Estamos seguros de que no serán los altos honorarios del titiritero la justificación que darán para que ese presupuesto se haya incrementado.

Por otro lado, el gobierno debería recuperar los dos motores del crecimiento de los últimos diez años, que se están apagando. Así tenemos que en minería estamos entrando a la etapa final de desarrollo de los proyectos que Humala ha heredado y hasta el día de hoy no logra que ninguno nuevo sea aprobado. Mientras que en construcción es evidente el frenazo del ‘boom’ inmobiliario y las causas son el aumento de los obstáculos burocráticos así como el encarecimiento del crédito hipotecario.

Sin embargo, esto se ha debido a equivocaciones del regulador aumentando la cuota inicial y restringiendo el acceso a quienes no están en una planilla formal, absurdo en un país con nuestra informalidad. Como siempre, se tomaron medidas a destiempo y se ha echado agua fría a un mercado que veían como sobrecalentado, cuando en la práctica ya se estaba enfriando. Por lo que han logrado congelarlo.

Al final la pareja presidencial descubrirá que creciendo a solo 5% se genera insatisfacción, ya que en términos reales es el equivalente a cero para efectos de mejorar la calidad de vida de una población laboral que se incrementa en más de 350 mil trabajadores al año. Con lo cual en los próximos meses perderán todo el aumento en popularidad que, gracias al fallo, sin duda, estarán cosechando, salvo que empiecen a trabajar para retornar a un nivel de crecimiento que sí sea adecuado.