Todo iba muy bien para PPK luego de su esperanzador y conciliador discurso por Fiestas Patrias, en el que demostró tener un amplio conocimiento de los problemas del país así como de las soluciones dentro del marco de una gran visión a largo plazo, hasta que dio una desafortunada entrevista –la primera para un medio escrito–al diario “El País” de España.
En esta, consultado sobre cómo gobernaría con un Congreso mayoritariamente adverso –léase el fujimorismo de Fuerza Popular–, el presidente de la República dijo cosas que lo dejan muy mal parado.
Refirió PPK que muchos de los congresistas de Fuerza Popular son nuevos, por no decir su gran mayoría, y que se embarcaron en el proyecto congresal fujimorista porque esperaban ser gobierno y obtener alguna “prebenda” –literal–.
Así pues, para el presidente de la República estos congresistas que se quedaron sin su “prebenda” deberían ser jalados para que voten por y con el oficialismo, en el entendido, según se sigue de su lógica, de que su gobierno está dispuesto a entregar las prebendas que sean necesarias para que estos parlamentarios “venales” se pasen a sus filas.
No ha podido dar mayor paso en falso PPK. Primero porque está poniendo en blanco y negro para el extranjero y para el Perú que su manera de hacer política es aquella por la que la mayoría de personas en el mundo rechaza la política, a saber, un toma y daca que, en este caso, es de lo más pedestre: la compra de votos y de conciencias por alguna granjería.
¿Olvida PPK acaso que esa fue la forma de hacer política de Vladimiro Montesinos cuando la mayoría parlamentaria no fue la que él esperaba en las elecciones generales del 2000? ¿Olvida que por poner a la luz pública esas prebendas en video, cayó Montesinos y se derrumbó el régimen fujimorista de los 90? ¿O quizás cree que la continua práctica del transfuguismo partidario durante estos últimos 16 años lo inmuniza contra ese tipo de “propuestas”, digámoslo con todas sus letras, indecentes?
¿Olvida que los que votaron por él –e incluso los que no votaron– no esperan que PPK se comporte como un politicastro más sino, por el contrario, con sabiduría y honestidad? Y, lo más importante, ¿que allí reside toda la legitimidad que hoy ha podido cultivar en las calles?
No somos ingenuos porque en política nunca hay que serlo. Pero una cosa es maniobrar en el marco de la ‘realpolitik’ para conseguir respaldos y otra muy distinta anunciar una política de prebendas para conseguir el apoyo que no tiene en el Congreso.
¿También se embarcaron con usted, señor presidente, Bruce, Sheput, Vizcarra o Mercedes Aráoz por una prebenda? Porque si según usted los fujimoristas sí lo hicieron, ¿por qué los suyos no?
El presidente no debe “explicarse”, debe disculparse. No cabe más.