Pedro Tenorio

El mazazo llegó inesperadamente golpeando la popularidad del presidente y las expectativas de la población, que aguardaba mejores listas de candidatos al Congreso. ¿Qué consecuencias traerá este panorama? Veamos lo que podría ocurrir con personajes claves de la escena política.

Matín Vizcarra: El mandatario registra una sorprendente caída de 13 puntos en su aprobación este mes. Con todo a favor –sin Congreso que lo fiscalice y un equipo ministerial que lanza anuncios a diestra y siniestra, serpentina y pica pica–, sus perspectivas son inciertas. Pasó lo que advertimos en este mismo espacio (“Ahora, ¿a quién culpará Vizcarra”, 4/10/2019) luego de que disolviera el Parlamento. “Ahora todas las miradas, demandas y expectativas recaerán sobre él y su equipo: no habrá nadie más a quien culpar”. Más que anuncios, la población exige resultados y estos ni siquiera asoman. Las cifras de Datum confirman que Vizcarra necesita imprimir un mayor dinamismo al Ejecutivo y, dado que ya conocemos a sus ministros, es probable que, en breve, vuelva a afinar su Gabinete. Alguien pagará la cuenta por esta caída –que solo ha comenzado– y no será Vizcarra.

Keiko Fujimori: Dedicada 100% a obtener su libertad, lo que dependerá de cómo resuelva su hábeas corpus el Tribunal Constitucional. Fuerza Popular es apenas un espectro de lo que ella creyó que sería su partido a un año de las elecciones generales del 2021. A punto de pactar con Alberto Fujimori y ceder buena parte del poder que conserva en el ámbito “naranja”, Keiko luce derrotada y sin un horizonte mediato. Los comicios de enero pueden ser el anticipo de un Waterloo político mayor. ¿Quién cosechará los votos que un día fueron suyos?

Pedro Olaechea: Su momento político pasó. No fue capaz de evitar la debacle (forzando al fujimorismo y otros a otorgar la confianza al Gabinete Del Solar) y negociar con el Ejecutivo una agenda país, y ahora, más allá del papel que la Constitución le asigna a la Comisión Permanente, su peso político es casi nulo. El bajón de Vizcarra no implica un empoderamiento para Olaechea y compañía.

Vicente Zeballos: Pese a desempeñarse como cabeza del Gabinete, tras la batalla con el Congreso disuelto su rol político perdió peso sensiblemente. Vizcarra necesita un líder ejecutor al frente de sus ministros y hoy lo sabe. Zeballos cumplió durante la “guerra” –junto a Salvador del Solar– y ahora su tiempo se agota. Datum revela que el lanzamiento de su “Plan de gobierno” es ignorado por el 82% de encuestados que, simplemente, nunca se enteró. Un “lujo” que el atribulado jefe de Estado no se puede permitir.

Todo indica que nos acercamos a un enero 2020 no solo de elecciones parlamentarias, sino de urgentes –e impostergables– ajustes en el Ejecutivo.

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