“Para amar a tu país debes comenzar por entenderlo”. Esta frase ha marcado mi experiencia en los tres días de CADE Universitario 2023 y, probablemente, sea una frase que tendré presente por el resto de mi vida. Y es que interiorizar o comenzar a reflexionar como jóvenes sobre los diversos problemas y retos que tiene el Perú de hoy refleja nuestra disposición por trabajar por el país que todos queremos desde la posición en la que nos encontremos. Entender al país es preocuparse por la democracia, por la descentralización y por la inclusión de millones de peruanos al sistema educativo. En paralelo, a partir de iniciativas en las que ejercemos el liderazgo con empatía y responsabilidad, demostramos la pasión que, como mencionó Gonzalo Galdós (presidente de IPAE), es esencial para mejorar el desarrollo de nuestro país.
Sin duda, el Perú del 2023 no es el mismo de hace 30 años. En las últimas décadas, nuestra economía ha crecido y hemos sido parte de una fuerte globalización. Sin embargo, persisten la precaria institucionalidad, la desconfianza frente a nuestras autoridades y el rechazo de las diferencias que deberían unirnos como peruanos. Con cifras tan sencillas de entender, como que tres de cada diez peruanos que acaban la secundaria acceden a educación superior o que siete de cada diez mujeres son víctimas de violencia, visibilizamos la situación complicada de un país que, si bien ha mejorado, no ha tenido un avance suficiente para mejorar la calidad de vida de todos los peruanos.
Si bien el panorama descrito no parece el más alentador, este debe ser nuestra motivación para trabajar por el Perú, con propósito y resiliencia. Durante CADE 2023, los ponentes presentes, como la historiadora Cecilia Bákula y el contralor general de la República Nelson Shack, han resaltado nuestro papel como jóvenes en el liderazgo del país, el llamado a ser personas íntegras y transparentes, pero, sobre todo, a que no le tengamos miedo a la política. Es momento de usar nuestras emociones, de la mano de la razón, para desarrollar nuestra empatía hacia el peruano de al lado y demostrarle al mundo que somos la generación del cambio.
CADE 2023 nos ha enseñado que el diálogo es fundamental para llegar a acuerdos y que la capacidad de consenso se desarrolla a través de la escucha activa. Asimismo, que el cambio hacia mejores oportunidades y una democracia estable depende del compromiso de todos nosotros como ciudadanos. De esos tres días en la Escuela Naval, rescato el potencial de muchos jóvenes que, como yo, desean pasar de la reflexión a la acción a partir de nuestra vocación de servicio y sentido de responsabilidad con nuestra comunidad.
En definitiva, como jóvenes universitarios, aprovechemos cada oportunidad para informarnos y crear soluciones para un Perú mejor desde la participación ciudadana. Trabajemos para inspirar a los jóvenes de las generaciones siguientes y que nuestras acciones en los próximos años sean muestra de nuestra apuesta por un Perú unido y próspero.