Benjamín Romero

La mediatización ha transformado nuestra experiencia del espacio y el tiempo y ha moldeado la forma en la que tomamos decisiones. Actualmente, es bien sabido que los contenidos que se en las redes sociales influyen sobre el individuo; es decir, se trata de una forma de subyugación cultural que se perpetúa mediante los estímulos del entorno . De esta manera, el sentido de pertenencia se hace muy presente en las comunidades digitales, agrupándolos por tópicos de interés, fidelidad hacia una marca o ‘influencers’.

¿Poseemos alguna elección frente a los contenidos que se nos presentan? Manolo Echegaray expresó en su columna “Decisiones” su negativa respecto de dicha premisa: “La publicidad actúa como un elemento para la toma de decisiones, cuando surge en el individuo una necesidad y hay varias alternativas entre las que puede optar”.

Esto puede verse aplicado en los contenidos de las plataformas digitales actuales. Según Neuromedia, el usuario promedio está expuesto a un anuncio publicitario cada diez segundos, lo que le otorga una amplia gama de opciones.

En otras palabras, este acercamiento omnipresente que yace en lo digital representaría una expansión de posibilidades para la libre elección.

No obstante, esta visión puede estar sesgada, dado que aquel que está subyugado ideológicamente difícilmente reconocerá su posición de dominado. Sin acudir, claramente, a la exageración que estos términos conllevan.

La proliferación de información en las redes sociales ha tenido repercusiones significativas tanto en el ámbito social como en el político. Esto ha llevado a que dichas plataformas se vean compelidas a modificar sus normativas, restringiendo así la información que circula entre sus usuarios. Todo esto con el fin de prevenir conflictos que pudieran impactar negativamente en sus propios intereses.

Podremos reconocer nuestra manera de ver el mundo como un fenómeno ajeno a los contenidos que consumimos, siendo que muchos de ellos escapan a una auténtica disposición del individuo de conocer y adoptar esas ideas como suyas. No te quedes allí, evita pensar únicamente en el margen que el algoritmo te permita.

Benjamín Romero es estudiante de Comunicación y Publicidad en la Universidad Científica del Sur