Miguel Espinoza Yalta

Hace dos semanas viví la injusticia y el atropello al derecho del universitario. La agresión de un chofer cobrador de un bus fue la ilustración de una problemática que se vive en el país desde hace mucho, pero sobre la que poco se hace por solucionarla.

El medio pasaje es un derecho fundamental que tienen los estudiantes en nuestro país y tiene como objetivo promover la equidad en el acceso a la movilidad en el transporte público. Sin embargo, en la práctica, este beneficio no siempre se cumple como debería.

¿A quién no le han negado el derecho al medio pasaje siendo universitario? ¿O cuántas veces hemos visto buses pasándose los paraderos sin recoger a jóvenes estudiantes? Muchos son los casos y la solución es más evidente de lo que parece.

Llevar a cabo campañas de educación pública para que los ciudadanos conozcan sus derechos y sepan cómo ejercerlos adecuadamente. Justamente, la universidad en la que estudio, la Universidad César Vallejo, ha emprendido una campaña para crear conciencia sobre este tema y lograr que más casas de estudio se sumen a este objetivo.

También, las empresas de transporte deben ser responsables de capacitar y sancionar a su personal si no cumplen. Los organismos reguladores, como es el caso de la ATU, deben ejercer la fiscalización para hacer respetar la ley y el derecho de los estudiantes universitarios.

Asimismo, establecer canales efectivos y eficientes para que los ciudadanos denuncien abusos y agresiones. Además, respuestas rápidas a estas denuncias. Actualmente, se puede presentar una denuncia ante la Policía Nacional del Perú acudiendo a la comisaría más cercana al lugar donde ocurrió el incidente y proporcionar detalles relevantes, número de placa y nombre de la empresa. Sin embargo, es un proceso que toma tiempo.

La falta de respeto por el medio pasaje afecta la movilidad de las personas y crea un ambiente de miedo en el transporte público. Es fundamental que se tomen las medidas para la promoción de la cultura del respeto y que todos los ciudadanos sean tratados con dignidad.

Miguel Espinoza Yalta es estudiante de Derecho en la Universidad César Vallejo