Rafael Cárdenas

No es un secreto que el Perú se encuentra en uno de sus momentos más catastróficos, teniendo en consideración el factor social y político. Somos un submundo en el que la violencia, el abuso de poder, la sangre y la pésima ortografía han tomado protagonismo durante los últimos tiempos. ¿Acaso habrá algo que pueda luchar contra esta situación de forma efectiva? Por supuesto que sí: el .

Según indica el periodista colombiano Javier Darío Restrepo, el “compromiso con la verdad, independencia y responsabilidad con la sociedad” conforman el ideal ético de la información periodística. Lamentablemente, se nos revela una realidad dolorosa: estas no son tomadas en cuenta con el respeto y la atención que ameritan –muchas veces, ni siquiera son escuchadas–. Durante mis clases he logrado observar a compañeros abstraídos en el celular, mientras otros duermen. Un paisaje desolador.

Los anteriores tres elementos deben ser aprendidos de memoria. No conocerlos es sinónimo de una crisis nacional sin fin. En ese sentido, el periodismo significa luchar utilizando las palabras y la verdad. En reiteradas ocasiones, estar en el lugar de los hechos denota una sudoración sangrienta y decir la verdad provoca temor por las represalias, pero ese es nuestro trabajo: informar con responsabilidad a como dé lugar significa divulgar conocimiento y pensamiento crítico entre los ciudadanos.

A pesar de que todo lo mencionado pueda generar preocupaciones, tengamos en cuenta que el periodismo ha sobrevivido a dictaduras, autoritarismos y guerras. Y es importante entender que, ya sea escrito, radial, televisivo o digital, el periodismo vivirá siempre.


*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Rafael Cárdenas es estudiante de Comunicación y Periodismo en la UPC

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