Valeria Melly Calderón

CADE Universitario ha representado un punto de inflexión en mi forma de contemplar diversas aristas del país reconociendo que, más allá de los números y las estadísticas, hay historias humanas que también cuentan. Este evento nos mostró que, aunque los datos pueden ser cruciales, no deben dominar nuestro entendimiento de los problemas del país, especialmente en un contexto tan complejo y cambiante como el nuestro.

La reunión de 600 estudiantes de diferentes regiones por una causa común fue un verdadero desafío, pues nos alentó a aplicar en la práctica los consejos de cada charla. Poder compartir historias de vida me permitió ampliar mi panorama, aprender de sus carreras, pasiones, e incluso incertidumbres respecto de una realidad que muchas veces socava nuestra voluntad.

Como señaló el ponente y columnista de este Diario, Martín Tanaka, el “declive democrático” que a menudo percibimos tiende a pintar un panorama sombrío, provocando reacciones automáticas y una apatía hacia la política.

Sin embargo, estoy convencida de que nosotros, la generación del cambio, tenemos el poder de transformar nuestro entorno. Cambiar nuestra manera de ver las cosas puede ser tan revolucionario como cambiar el algoritmo que decide qué vemos en línea cada día.

Creo que todos, sin importar de dónde venimos, tenemos algo que aportar para fortalecer las raíces de nuestra democracia, desde gestos tan simples como ayudar a un compañero con una duda hasta usar las redes para compartir información valiosa y mostrarse abierto a un intercambio respetuoso de ideas.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Valeria Melly Calderón es estudiante de Ingeniería de Computación y Sistemas de la Universidad Privada Antenor Orrego