Claudia Montufar

La ha irrumpido en el escenario de la salud redefiniendo nuestra percepción del mundo y ofreciendo soluciones innovadoras en este ámbito. Dentro de este amplio campo, la ingeniería de tejidos se erige como un pilar fundamental, abriendo nuevas fronteras en la búsqueda de tratamientos más efectivos y personalizados.

En un contexto en el que las decisiones profesionales y personales a menudo entran en conflicto, la preservación de la fertilidad se vuelve crucial. Las tecnologías de reproducción asistida (ART, por sus siglas en inglés) buscan constantemente mejoras, y CAPA-IVM, una estrategia de cultivo bifásico que implica la premaduración o “capacitación” de ovocitos antes de ser madurados in vitro, emerge como un avance significativo especialmente beneficioso para mujeres con condiciones médicas que impiden que se sometan a tratamientos de estimulación hormonal.

La técnica CAPA-IVM ya está siendo utilizada en el , marcando un avance sustancial en la salud reproductiva que se perfila como un sistema potencial para simular el entorno fisiológico ovárico de manera más precisa. Este enfoque pretende brindar a los ovocitos un flujo constante de nutrientes y factores de crecimiento, regular la temperatura y la concentración de oxígeno. Esto otorga un escenario en el que la simulación del entorno fisiológico ovárico podría traducirse en un aumento significativo en las tasas de éxito de las ART y en el nacimiento de bebes saludables.

Desde el campo de la ingeniería biomédica, se están dando pasos agigantados para mejorar la salud reproductiva en el Perú. La técnica CAPA-IVM ya está beneficiando a mujeres en el país, marcando un hito en la búsqueda de soluciones más efectivas. La investigación continúa y el potencial de las tecnologías de microfluidos propone un futuro prometedor, donde la innovación biomédica seguirá transformando la salud y mejorando la calidad de vida en nuestra sociedad.

Claudia Montufar León es estudiante de Ingeniería Biomédica en la Universidad Peruana Cayetano Heredia