El argentino Nicolás Capogrosso, junto a su compañero Julián Azaad, logró la medalla de bronce en el vóley playa masculino en los Juegos Panamericanos 2019. (Foto: Lucas Currá / Video: Leonardo Torres - El Comercio)
Leonardo Torres Cueva

Nicolás Capogrosso consiguió algo más que la medalla de bronce para Argentina en los . El integrante de la selección de vóley playa masculino cumplió con su abuelo que lo sigue desde el cielo. Con 24 años, junto a Julián Azaad, sumaron una presea en una disciplina que no es "tan apoyada como el fútbol".

► 

Para Capogrosso, de 2.05 metros, Lima 2019 significaba más que un simple torneo. Una persona que "no faltó a un entrenamiento desde lo 06 años, cuando jugaba al fútbol", los Panamericanos representaban una prueba de fuego. Y sí que la fue.

Sus padres fueron muy importantes en la vida de Nicolás; sin embargo, la figura de su abuelo representa algo muy especial.

"Mi abuelo fue muy importante para mí. Hace unos meses me dejó, fue chocante porque de un día para otro ya no despertó, no tenía alguna enfermedad diagnosticada. No hay día que no lo recuerdo, siempre me mandaba mensajes, así gane o pierda. Lo tengo presente, esas experiencias son más importantes que una medalla", explicó al borde de las lágrimas.

Su compañero de selección, Julián, largó a correr hacia la tribuna cuando finalizó el partido. Por su parte, Capogrosso lo vivió de manera más íntima.

Argentina consiguió la medalla de bronce en vóley playa en Lima 2019 | Foto: Sebastian Castañeda / Lima 2019
Argentina consiguió la medalla de bronce en vóley playa en Lima 2019 | Foto: Sebastian Castañeda / Lima 2019

"Me acordé de muchas cosas, la verdad que me nublé. Empecé a llorar y vi a mi abuelo ahí. Luego me abrazó mi entrenador, también con lágrimas en los ojos. Quiero agradecer a muchas personas, a mi familia también. Todavía no caigo en la cuenta de lo conseguido", indicó.

Tras perderse "miles de cumpleaños, cientos de asados y viajar a lugares que no quería ir", Capagrosso pudo sonreír tras llevar una "vida que no era totalmente feliz".

Los argentinos sienten que no han tocado techo y esperan clasificar a Tokio 2020. Nicolás explicó: "Hoy me siento una estrella de rock, pero ya pasará. Esto sigue, es importante, nos dejará trabajar tranquilos, pero podemos dar más. La meta es clasificar a los Juegos Olímpicos".

Contenido sugerido

Contenido GEC