En lo más alto del asentamiento humano 14 de Febrero de San Juan de Lurigancho, Javier Sotaya pasa sus días deseando, inútilmente, despertar de la pesadilla que vive desde hace 4 años. A los 18 años, fue víctima de un accidente de tránsito mientras trabajaba como terramozo en un bus de Transportes Molina.