Mañana se instalará una mesa de diálogo entre los miembros de la comunidad campesina Alpamayo de Colcas, quienes tienen bloqueados desde el martes los ingresos a dos centrales hidroeléctricas, y representantes de la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad de la Presidencia de Consejo de Ministros (PCM).
Los comuneros aseguran que la empresa que maneja las hidroeléctricas Santa Cruz I y Santa Cruz II, situadas en la provincia de Huaylas (Áncash), no cumplió con algunos programas de responsabilidad social acordados con la comunidad y por ello tomaron las vías que llevan hasta las citadas estaciones eléctricas.
Fernando Urquiza, gerente de GCZ Energía –compañía a cargo de dichas instalaciones– señaló que en los seis años que operan las centrales no tuvieron ningún incidente de este tipo con las comunidades. “Sin embargo, el cambio de la directiva comunal motivó que cometieran este ilegal hecho. Creo que hay detrás algún tipo de interés político”, enfatizó.
Al menos diez trabajadores de la empresa se encuentran imposibilitados de salir de las instalaciones. Según Urquiza, los comuneros se niegan a que se les entregue provisiones.
Blanca Guerra, representante de la PCM, aseguró que los comuneros accedieron a entrar a un proceso de negociación. La funcionaria explicó que no existe ningún maltrato de parte de los comuneros hacia los trabajadores y que las vías serán desbloqueadas antes de comenzar el diálogo programado para mañana lunes. Hasta el cierre de esta edición algunos tramos permanecían con piedras, ramas y palos.
En las negociaciones participará, además de la PCM, los comuneros y los representantes de la hidroeléctrica, un delegado del Ministerio de Energía y Minas.
Fernando Urquiza agregó que la protesta de los comuneros incluyó el cierre de algunas de las bocatomas de la hidroeléctrica, lo que ocasionó algunos cortes de fluido eléctrico en las ciudades del Callejón de Huaylas, como Huaraz, Caraz y Yungay.