En una vivienda del distrito de Nuevo Chimbote, en Áncash, seis niños vivían agobiados por la pobreza, la suciedad y la violencia. Se trata de cinco mujeres (de 13, 8, 6, 5 y 3 años) y un varón de 11 quienes eran maltratados por un padre adicto a las drogas y no hallaban consuelo en una madre que sufría alteraciones mentales. El fin de semana pasado, las cinco niñas fueron rescatadas por fiscales que detectaron el grave riesgo que corrían estos menores. No obstante, el único niño de la familia aún sigue en custodia de sus padres.
Luego de dos meses de investigación, el Ministerio Público detectó que los seis niños estaban desnutridos, desaseados y padecían enfermedades. Ellos dormían en un colchón que estaba tirado en el suelo. Comían y jugaban cerca de los desperdicios. En la vivienda, ubicada en el asentamiento humano El Milagro, todo estaba sucio: los dormitorios, el baño e incluso la cocina.
Para poner un fin a la desesperante situación de los menores, la Segunda Fiscalía Provincial Civil y de Familia del distrito de Nuevo Chimbote intervino en la casa y encontró a las cinco niñas el viernes pasado. El Ministerio Público solicitó la patria potestad de estas menores quienes fueron enviadas luego a dos albergues. El Poder Judicial admitió darle la custodia de las menores al Ministerio Público, pero no dictó la misma medida para el varón de 11 años debido a que no estaba en la casa en el momento de la intervención.
“Los menores vivían en condiciones deplorables e inhumanas. Los pequeños estaban desaseados y desnutridos. Tenían parásitos, piojos y síntomas de enfermedades a la piel. La hija de 5 años tiene una malformación en la columna y se arrastra para caminar”, contó con tristeza e indignación la fiscal Carmen Gomero a El Comercio.
Según el testimonio de la hija mayor, el padre los insultaba, amenazaba y golpeaba con una correa. “De acuerdo a las evaluaciones sicológicas, los pequeños estaban en riesgo severo, vivían en un ambiente negativo e inestable y sufrían maltratos físicos y sicológicos por el papá. La niña de 13 años, que se encargaba del cuidado de sus hermanitos, era la que más sufría los maltratos”, dijo Gomero.
-La alerta provino del colegio-
El drama que sufrían los menores fue alertado por el director de un colegio debido a las frecuentes inasistencias a clases de cuatro de ellos y al pedido de intervención que realizó la Microrred de Salud Yugoslavia (en Ancash).
El día de la operación, la madre de los seis hermanos ayudó a sus hijas a cambiarse. Ella dejó que las autoridades se las llevaran y no mostró mayor interés en el porvenir de sus niñas. Mientras sigue este proceso, la fiscal Gomero Paredes también denunciará al padre de los menores por violencia familiar. El Ministerio Público informó que hoy pedirá al Poder Judicial que también se le otorgue la patria potestad del niño de 11 años.
-Una dolorosa separación-
La jueza Celia Bustos determinó que las niñas de 13, 8 y 6 años sean trasladadas al hogar San Pedrito, en Nuevo Chimbote. En tanto, las menores más pequeñas de 5 y 3 años fueron conducidas al albergue de la Maternidad de María de Chimbote. Se explicó que esta separación se debe a la capacidad de atención de los centros mencionados.
Al momento de ser separadas, las menores se abrazaron y lloraron. Hasta el momento, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables no se pronuncia sobre este caso.