El Instituto Geofísico del Perú (IGP), con sede en Arequipa, realizó la instalación completa de cuatro nuevas estaciones geofísicas para la vigilancia en tiempo real del volcán Coropuna.
De esta manera, el IGP ha configurado una extensa red de vigilancia en este macizo arequipeño, compuesta ahora por un total de 5 estaciones. La localización de estos equipos ha sido evaluada para determinar puntos precisos que permitan tener una adecuada cobertura del área del volcán.
“El hecho de que el Coropuna tenga una importante cobertura glaciar representa un peligro más en caso de una posible erupción, debido a los enormes lahares (huaicos volcánicos) que podrían generarse tras el deshielo de esta gran masa. Esta red nos permitirá vigilar a detalle su actividad”, indicó José Del Carpio, vulcanólogo del IGP.
Una de las estaciones geofísicas instaladas se encuentra muy próxima al Solimana, nevado que se ubica a 31 kilómetros al noroeste del Coropuna y considerado un volcán extinto. De acuerdo a estudios geológicos, presentó actividad eruptiva entre 500 mil y 300 mil años atrás.
Estudios de vulcanología en diferentes volcanes del mundo precisan que un volcán en fase de reactivación puede generar actividad sísmica hasta en una distancia de 30 kilómetros de su cráter.
“Si el Coropuna iniciara una fase de intranquilidad, esta podría manifestarse en un primer momento en zonas alejadas al volcán. Con la estación instalada cerca al Solimana estamos cubriendo el flanco noroeste del Coropuna y podremos determinar cualquier indicio de actividad en dicho sector, a la vez de conocer qué sucede debajo del Solimana”, explicó Del Carpio.
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