El comercio ambulatario está prohibido en las calles del Centro Histórico de Arequipa. Sin embargo, en la segunda cuadra de la calle Mercaderes, justo al ingreso de las galerías Gamesa, un grupo de vendedores se las ha ingeniado para captar clientes al paso a pesar de las prohibiciones.
Estos ambulantes disimuladamente ofrecen lentes de sol de dudosa procedencia a los peatones que se trasladan apurados hacia sus trabajos. Algunos de los modelos ofrecidos son falsificaciones y otros son artículos robados.
Estos ambulantes, cuando escuchan el silbato de un policía municipal o un agente de serenazgo, guardan rápidamente sus productos en una mochila o canguro y se alejan del lugar por unos minutos hasta que acabe la guardia.
La reja puesta por el municipio de Arequipa para informar a la población sobre la prohibición del expendio de productos en la calle, cumple una función decorativa antes que disuasiva para estos vendedores.