“Diego Zamudio me violó repetidas veces esa madrugada y yo no pude defenderme”. Así inicia el crudo y doloroso testimonio que acusa a Diego Clemente Zamudio Manrique, de 34 años, por violación sexual, violencia física, grabarla sin consentimiento y difundir el video. El caso ocurrido en Arequipa ha motivado a que al menos otras siete mujeres señalen al mismo sujeto como su agresor. En todos los testimonios se repite el perverso patrón: acoso, abuso psicológico, físico, sexual y amenazas.
La Fiscalía Especializada en Delitos de Violencia contra la Mujer e Integrantes del Grupo Familiar de Arequipa confirmó a este Diario que ya ha iniciado una investigación sobre una de las denuncias. Las diligencias que se van a disponer incluyen la citación a Diego Zamudio. Aunque el caso se maneja en reserva para salvaguardar la identidad de la víctima, confirmaron que el 21 de enero una de las agraviadas formalizó la denuncia de la que también está informada el Centro de Emergencia Mujer de la ciudad.
El caso con el que inicia esta nota se hizo público a través de redes sociales el último domingo e incluyó un desgarrador video registrado por el mismo Zamudio Manrique en el que se ve y escucha a una mujer de aproximadamente 20 años llorar durante toda la grabación. Las imágenes muestran que la joven tenía marcas de golpes en la espalda y evidenciaba estado de incapacidad para resistir. Horas después de su difusión, el material fue censurado por Instagram y Twitter por ser contenido explícito.
“Quise denunciar y me amenazó hasta el día de hoy. Él me ha dejado traumas y de los peores, no pude seguir con mi vida como lo era antes porque él no solo me violó, me grabó, me expuso sin consentimiento, que ya no se permita eso por favor”, añade la denuncia pública. Además de que los hechos ocurrieron cuando se encontraba en estado de ebriedad, la joven sospecha haber sido drogada.
El Código Penal Peruano sanciona con hasta 26 años de prisión el delito de violación en estado de inconsciencia o en la imposibilidad de resistir. Asimismo, considera como agravante e incluye cinco años de prisión a la pena cuando el agresor registra el delito “mediante cualquier medio visual, auditivo o audiovisual o la transmite mediante cualquier tecnología de la información o comunicación”.
La denuncia policial de este caso detalla que el delito habría sido cometido en noviembre del 2017 y que la agraviada recuerda haber despertado desnuda y asustada en una habitación luego de conocer a Diego Zamudio en una discoteca de Arequipa. Supo de la existencia y filtración del video el viernes 20 de enero de este año. Según la denuncia, cinco días después de ver las imágenes recibió la llamada de un hombre que se identificó como Fernando Valdivia y se presentó como abogado de Zamudio para exigirle dinero a cambio de retirar el video.
OLA DE DENUNCIAS
De acuerdo con su historial policial, Diego Zamudio cuenta con tres denuncias por el delito de violación sexual, por hechos cometidos en el 2016, 2017, 2022; una por violencia psicológica (2023) y otra por lesiones (2016). Tres de las denuncias fueron interpuestas entre el 21 y 23 de este mes.
La exposición pública del caso ha provocado que aparezcan distintos testimonios que involucran a Diego Zamudio con acoso cibernético, violencia sexual y violencia física y psicológica.
El Comercio se contactó con una de las denunciantes, cuya identidad se mantendrá en reserva, que ha presentado dos denuncias contra él: una por violencia psicológica y otra por violencia sexual. La mujer de 25 años relató la pesadilla que vivió desde que el denunciado la contactó a través de Instagram en agosto del año 2021. “Era muy insistente, me respondía todas las historias. Yo no le respondía, pero igual insistía para vernos. Todas las chicas que me han contactado me dicen que tiene el mismo modo de operar y escondía que estaba casado. Era obsesivo, manipulador y violento”, contó. Luego de conocerlo personalmente, empezaron a salir un mes después, pero cortaron comunicación en noviembre de ese año por su actitud violenta. Pese a ello el acoso y hostigamiento por medios digitales se prolongó los meses siguientes.
“El 3 de diciembre del año pasado nos cruzamos en un concierto y a la fuerza me llevó a su departamento. Me golpeó y me violó pese a que le decía que no todo el tiempo. Salí aterrada y con moretones, después de eso me reventaba el teléfono con llamadas, iba a mi trabajo a esperar que salga. El 17 de enero empezó a amenazarme de muerte, también escribía a mi mamá para decirle que me iba a denunciar”, cuenta la víctima.
Ese mismo 17 de enero, la joven publicó en Facebook e Instagram un post donde revela la agresión física que sufrió -aún tenía miedo de acusarlo por el abuso sexual- y desde entonces recibe constantemente testimonios de otras jóvenes. Este Diario leyó siete testimonios que coinciden en sindicarlo como agresor. “Son casos de hace varios años, a todas las había violado, acosado o difundido información falsa sobre ellas. Eso me hizo darme cuenta que también tenía que denunciarlo por la violación, no lo había hecho porque tenía miedo. Esto no puede quedar impune”, añadió.
En una de las denuncias difundidas en redes sociales se menciona a la discoteca Patria 209 de Arequipa, la cual ha deslindado haberlo contratado como promotor. “Es necesario y preciso recalcar que nunca hemos tenido ningún vínculo laboral con el señor Zamudio tanto en Patria 209 como en alguna otra marca del grupo”, indicaron en un comunicado en Facebook.
Respuesta
A través de su cuenta de Facebook, el acusado negó las denuncias y adelantó que iniciaría acciones legales contra quienes lo sindiquen como agresor.
“Lamento que diversas personas estén utilizando las redes sociales para desprestigiar mi honor y reputación e incluso el de mi familia. Debo hacer presente que aquellos hechos que se vienen publicando y/o compartiendo a través de las redes sociales son completamente falsos y/o sacados de contexto […] No he sido procesado, sancionado y /o condenado por ningún de los supuestos hechos que se me atribuyen y ello debido a la temeridad y falta de pruebas de los autores de estos infundios”, escribió. Posteriormente, su usuario fue eliminado.
El Comercio se contactó telefónicamente con el abogado Fernando Valdivia para conocer los descargos de las denuncias. Pese a que se le informó que teníamos los partes policiales, insistió en que no respondería denuncias de “cuentas falsas en redes sociales” y colgó la llamada.
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