Tiene el enigma de lo apocalíptico: un nombre casi impronunciable y causas aún desconocidas. Pero el síndrome de Guillain-Barré (SGB) es un viejo conocido para las autoridades sanitarias del país; de hecho, el Ministerio de Salud (Minsa) ha informado que –cada año– se esperan entre 300 y 600 casos en el Perú. Sin embargo, ahora las cifras se dispararon y las estimaciones ya no cuadran.
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En lo que va del 2019, el Minsa ha reportado siete fallecidos relacionados con el SGB, y 548 casos confirmados y sospechosos; de ellos, 469 (85%) se han registrado en las últimas tres semanas. Un avance súbito e inesperado de esta enfermedad, que ya está presente en veinte regiones del país.
—Monitoreo nacional—
Este síndrome es un trastorno poco frecuente que afecta el sistema nervioso y el movimiento de brazos y piernas, y suele manifestarse una o dos semanas después de una enfermedad diarreica o respiratoria.
Como tiene incidencia anual en el Perú, desde el 2016 el Estado cuenta con un protocolo para su vigilancia epidemiológica, en el que se han definido los procedimientos de identificación y atención de pacientes [ver infografía]. Este protocolo se elaboró aquel año debido a la epidemia del zika, a fin de establecer algún vínculo entre ella y el incremento de casos del SGB en el país (que hoy se ha descartado). Pero el principal antecedente data de entre mayo y junio del 2018, cuando se reportó un brote con 146 casos durante ambos meses.
Sobre el evento de este año, la ministra de Salud, Zulema Tomás, explicó que el síndrome apareció inicialmente en La Libertad y Piura, y luego se registró en Junín, Lima y Lambayeque. Por ello, recordó, desde el pasado 8 de junio estas cinco regiones fueron declaradas en emergencia sanitaria, a fin de agilizar “administrativamente” la adquisición de medicamentos e insumos para la atención de los casos reportados.
“El tratamiento [del SGB] está siendo cubierto por el Minsa gracias al decreto supremo que declaró la emergencia. Es totalmente gratuito, pese a que hablamos de un costo semanal de entre S/30.000 y S/60.000 por cada paciente. Nuestra población definitivamente no iba a poder cubrirlo”, dijo en conferencia de prensa.
Consultada sobre por qué el Minsa no ha catalogado este evento como epidemia, Tomás precisó que se trata de un brote no contagioso, ya que “lo epidémico no solo se refiere a la cantidad de casos, sino también a cuántas regiones del país los presentan”. En ese sentido, hizo un llamado a la calma al referir que tanto en La Libertad como en Piura los casos se vienen reduciendo (esta semana hubo 78, y en la anterior 314).
—Un brote atípico—
El Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) informó a El Comercio que las siete muertes reportadas durante el brote de Guillain-Barré aún siguen en investigación. Las primeras defunciones fueron pacientes de La Libertad, Junín y Piura, quienes llegaron a los establecimientos de salud en el último estadío del síndrome, es decir, cuando se presenta la parálisis y esta puede derivar en un paro cardiorrespiratorio.
Gladys Ramírez, titular del CDC, indicó que se han tomado las muestras respectivas de las víctimas, además de realizar las autopsias verbales (entrevistas a los familiares) para determinar los antecedentes clínicos. “Este [brote] es un evento que se da por primera vez. Se parece al del año pasado, aunque durante el 2018 no hubo muertos”, dijo.
La atipicidad del reciente brote del SGB también se confirma en otro dato: un tercio de los casos reportados este año ha evolucionado de forma súbita y con características distintas a las previstas, según el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCC) del Minsa. Estos pacientes manifestaron el síndrome en solo uno o dos días, cuando usualmente transcurren de una a dos semanas; además, primero presentaron dificultad en la movilidad de los miembros superiores (brazos, dedos de la mano) en lugar de los miembros inferiores (pies, piernas).
Pilar Mazzetti, directora general del INCC, precisó que, del total de casos reportados en el Perú, se ha identificado que el grupo más afectado corresponde a quienes tienen entre 30 y 59 años. “[Estas personas] tienen manifestaciones de que se han expuesto antes a algo. Probablemente, algún virus respiratorio. No lo podemos afirmar; todavía está en investigación, pero probablemente sea esto”, indicó.
El viernes último, el Instituto Nacional de Salud (INS) envió las pruebas realizadas a los pacientes confirmados al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, ubicado en Atlanta, a fin de determinar la causa del síndrome. Los resultados se conocerán dentro de varias semanas.
* Con la colaboración de Jorge Falen.
PUNTO DE VISTA
Elmer Huerta - Especialista en salud pública
"La consecuencia de una mala salubridad nacional"
Este es un problema de salubridad nacional. Hay factores que tienen que ver con el medio ambiente o la acumulación de basura que fomentan la circulación de virus o bacterias, que –aunque no sabemos con exactitud cuáles son– a su vez están causando la aparición de casos del síndrome de Guillain-Barré.
En nuestro país, la salubridad es mala y no está a la altura: no hay agua potable y saneamiento en muchas zonas, se acumulan residuos sólidos, proliferan los vendedores ambulantes de comida. Todo es parte del paquete, ya que –reitero– predisponen la circulación de bacterias y virus que activan este síndrome.
¿Por qué algunos peruanos desarrollan el Guillain-Barré con esos virus y bacterias? No se sabe, y eso tendrá que investigarse. Existen hipótesis que apuntan a un aspecto genético. Pero ante tanta oscuridad sobre las causas, debemos buscar la luz en la prevención, en la planificación pertinente y en la atención médica adecuada.
Por ello, creo que debemos alarmarnos, pero en el mejor sentido de la palabra: estar alertas. El Guillain-Barré es una enfermedad global, y en el Perú no es ninguna novedad para las autoridades sanitarias.
-Se mantendrá la alerta epidemiológica-
Durante el 2019, el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC) del Minsa ha emitido 11 alertas epidemiológicas por distintos brotes o eventos que podrían tener algún impacto en la salud pública.
El más reciente –de fecha 7 de junio– se dio por el incremento de casos del síndrome de Guillain-Barré (SGB) en el país. En el documento, se establecieron los lineamientos de acción para los médicos y tratantes ante la aparición de casos confirmados y sospechosos, a quienes se les debe practicar –por ejemplo– exámenes de heces, orina, suero y otros para diagnosticarlos, entre otras medidas.
La titular del CDC, Gladys Ramírez, dijo a El Comercio que la alerta se mantendrá de manera indefinida, ya que el brote del SGB sigue en curso. “Si bien hay una tendencia a la disminución [de casos], necesitamos estar en guardia permanente para ver cómo se comporta [...]”, explicó, aunque agregó que hay otras enfermedades que tienen una mayor letalidad en el país.
Por ejemplo, en enero de este año se emitió una alerta por el aumento de pacientes con malaria por el parásito ‘Plasmodium vivax’ en Tumbes. A la fecha, esta infección ya tiene 7.753 casos en todo el país.
En febrero, el CDC también publicó una alerta por dengue (6.388 casos en lo que va del 2019), chikunguña (130) y zika (815). Asimismo, se elaboraron avisos epidemiológicos por el riesgo de presentación de casos de rabia humana y diseminación de rabia canina; así como por la incidencia de la tos ferina, que tiene 540 casos a la fecha.