Mathías Panizo Arana

Las obras del puente iniciaron a fines de noviembre de 2017. El proyecto tenía un presupuesto de casi 17 millones de soles, y 365 días hábiles para ser entregado. La buena pro se había dado al Consorcio Vial La Mar, constituido por MRFV Ingeniería y Construcción y García Vargas Ingenieros Constructores. Pero no fue hasta agosto de 2021 que los vecinos de Oronccoy, Ayacucho, vieron realidad un sueño: una vía para el tránsito, el comercio y la aproximación a bienes y servicios.

Para el distrito de Oronccoy, el significó un avance muy importante, pues se convirtió en la única vía de acceso directo a la ciudad. A varios cientos de metros, uno puede encontrar un antiguo puente peatonal, pero con tablas de madera incompletas y un estado no óptimo. El puente Kutinachaca consolidó una conexión necesaria para los pobladores de la zona. El 6 de setiembre, este puente colapsó, partiéndose a la mitad mientras cruzaba un camión cargado. Solo había pasado poco más de un año y ya estaba inservible.

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Para Carlos Casabonne, ingeniero y gerente general de GCAQ Ingenieros Civiles, lo ocurrido evidencia el poco tiempo de operatividad con el que contaba el puente. “Estas estructuras se construyen con una vida útil de 30 años, pero con el mantenimiento adecuado se puede llegar hasta los 60″. Sin embargo, Ulises Rupire, vocero de la Subgerencia de Obras de la Municipalidad Provincial de La Mar, detalló que la estructura había sido dañada previamente.

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Los pobladores que usaban el puente comentaron que una roca había dañado una de las estructuras”, explica Rupire. Pero, según menciona el funcionario, las autoridades de la zona notificaron a los contratistas y subsanaron los daños. Por su parte, Casabonne precisa que, al ser la parte central del puente la que muestra los daños, “no pareciera que haya sido a raíz de una roca”.

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Una obra llena de trabas

El 24 de noviembre de 2017 se inicia la construcción del esperado puente Kutinachaca. El contrato ascendía a los S/ 16´788,296.63 y debía terminarse a los 365 días calendario. Sin embargo, se permitieron hasta cuatro ampliaciones. La primera por 168 días laborales, luego 180, la tercera por 60 y, por último, 37 días calendario. Durante este tiempo, de poco menos de cuatro años, existieron cinco paralizaciones de la obra. Según Rupire, “por factores meteorológicos y cambio de personal”.

Pero con los años no solo se aplazó la entrega, sino que se incrementó el costo de la obra. Los números finales muestran un valor total de S/ 18,769,098.06. Casi dos millones de soles adicionales.

La Contraloría General de la República advirtió a través de su cuenta de Twitter que la Comisión de Control ha iniciado el proceso de investigación ante el colapso del puente Kutinachaca. Esta será liderada por Wilber Gonzales, según detalla el oficio publicado. De igual manera, Rupire señala que ya se está armando una comisión “para visitar un lugar y realizar un informe” en la Municipalidad Provincial de La Mar.

Puentes que no cumplen con su vida útil

Lamentablemente, el caso de Kutinachaca no es aislado. De hecho, pareciera ser que estas situaciones se repiten como constantes a lo largo del país. “Yo creo que los puentes que se han caído no han estado adecuadamente supervisados, tanto en el proyecto como en su construcción, por personal capacitado”, comenta Casabonne, quien agrega que “estos puentes, seguramente, no han pasado por la aprobación del MTC. Es probable que tampoco hayan tenido supervisión del Gobierno Regional”.

En el 2015, por ejemplo, un puente que unía Chincha y Cañete colapsó, luego de que un remolque pasara por encima. Aquella obra había sido inaugurada el 2011 y el valor ascendió a los 33,9 millones de dólares. Dos años más tarde, se desplomó el puente Solidaridad, que unía los distritos de San Juan de Lurigancho y El Agustino. La obra tuvo un costo de casi 4 millones de soles, y tan solo siete años de utilidad. El 2021, en la provincia de Ninabamba, Cajamarca, se derrumbó incluso antes de ser entregada. En 2017, una historia similar sucedió en Chacanto.

Para el ingeniero, la corrupción y el populismo son variables de importancia para entender la constante repetición de esta situación a lo largo de los años. Además, resalta que esto genera “un gran prejuicio a la población, en aspectos económicos, de salud, educativos”, ya que obstaculiza los medios de conexión entre las poblaciones afectadas.