Un estudio del INEI afirma que el 68,2% de mujeres peruanas han sido víctimas de violencia por parte de sus parejas o ex parejas. (Foto: Rolly Reyna / El Comercio)
Un estudio del INEI afirma que el 68,2% de mujeres peruanas han sido víctimas de violencia por parte de sus parejas o ex parejas. (Foto: Rolly Reyna / El Comercio)
Redacción EC

Pese a las campañas de sensibilización, los programas del Gobierno para erradicar la violencia contra la mujer y el endurecimiento de las penas, nuevos casos de feminicidios surgen cada día. Entre enero y abril, 35 mujeres han sido asesinadas por sus parejas, ex parejas o desconocidos por motivos de género, según las cifras del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).

Asimismo, se han registrado 83 tentativas de feminicidio y un reciente estudio del INEI afirma que el 68,2% de las mujeres peruanas han sido víctimas de violencia por parte de sus parejas.

Pero lo que las estadísticas no revelan son los dramas detrás de cada feminicidio. Historias de violencia y maltrato constante como las que sufrieron Marysella Pizarro o Flor Calderón, ambas asesinadas la semana pasada por los padres de sus hijos en Tarapoto y Chiclayo, respectivamente. Y la lista no deja de crecer.

Estos son últimos casos de asesinatos y maltrato de mujeres registrados en el país. Algunos todavía están en investigación.

-ESTRANGULADA EN UN TALLER- (En investigación)

(Foto: Trome)
(Foto: Trome)

El mototaxista Jorge Mendoza Nateros dice que no recuerda nada. Sin embargo, su amiga Aracelli de la Cruz Huamaní, de 31 años, apareció muerta el lunes en el taller mecánico de su tío, Andrés Padín, en San Juan de Miraflores. Según contó Padín a la policía, en la mañana del 5 de junio su sobrino y Aracelli llegaron a su taller y se pusieron a beber licor. Padín tenía que visitar a unos amigos y los dejó solos. Cuando regresó por la noche -contó el mecánico- halló a la mujer tendida en el piso y tapada con una frazada. Ya estaba muerta.

Jorge Mendoza estuvo inubicable por unas horas hasta que la policía lo capturó el martes. Al ser interrogado dijo que no sabía por qué su amiga estaba muerta. El protocolo de necropsia apunta a que De la Cruz falleció estrangulada.

-ARROJADA A UN BARRANCO- (En investigación)
En la noche del domingo, los serenos de Jauja (Junín) descubrieron algo espantoso. En un barranco, a unos 100 metros de profundidad, estaba el cuerpo descompuesto de una mujer con signos evidentes de tortura: las manos habían sido cortadas y el torso tenía profundos cortes de puñal. Hasta hoy, el cuerpo no ha sido identificado. Sin embargo el caso ha dado un giro en las últimas horas debido a que en el mismo barranco se ha encontrado el cuerpo de un niño de aproximadamente 3 años.

El menor habría sido asesinado hace unos cinco días. Los investigadores averiguan en estos momentos si existe alguna denuncia por desaparición de una mujer y un niño.

-ATACADA EN SU HABITACIÓN- (En investigación)

Yovana Usccuhuamán Saraya, de 28 años, fue hallada muerta en la habitación que alquilaba en el distrito de San Sebastián, en el Cusco. Aún no se sabe quién la mató aunque la fiscalía señala que en el cuarto había varios signos de violencia. Fue su ex pareja, César Vega, quien alertó a la policía sobre la desaparición de Usccuhuamán. Ambos tenían una hija y aunque el romance había terminado, su relación era cordial.

Cuando la policía ingresó a la habitación, halló el cuerpo de Usccuhuamán tendida en la cama. Su hija de dos años estaba a su lado. La bebé sobrevivió milagrosamente alimentándose de panes secos en los últimos dos días.

-ACUCHILLADA CON SUS HIJOS-

(Foto: Johnny Aurazo / El Comercio)
(Foto: Johnny Aurazo / El Comercio)

El viernes, un crimen atroz impactó a los chiclayanos. Carlos Chozo Neyra, desequilibrado por los celos y la furia, asesinó a cuchilladas a su conviviente Flor Calderón Chávez y a sus dos pequeños. El triple homicidio ocurrió en la casa de la familia, en el pueblo joven El Bosque. Según informó la policía, tras asesinar a su familia, Chozo ocultó los cuerpos en un pozo con agua. Luego, fue a su habitación y se emborrachó con cerveza hasta la inconsciencia.

La madre de Flor Calderón contó que su hija había intentado varias veces terminar la relación con Chozo, pero él se negaba. Los maltratos en la casa eran constantes. Hace unos tres meses, Chozo electrocutó a su pareja y luego intentó estrangularla.

-QUEMADAS EN UNA PELUQUERÍA-

La fiscalía de Tarapoto pidió nueve meses de prisión preventiva contra Ruiz del Águila por los delitos de feminicidio y tentativa de homicidio calificado (Foto: Hugo Anteparra/ Reniec)
La fiscalía de Tarapoto pidió nueve meses de prisión preventiva contra Ruiz del Águila por los delitos de feminicidio y tentativa de homicidio calificado (Foto: Hugo Anteparra/ Reniec)

Se llamaban Marysella Pizarro Tuanama y Tirsa Cachique Ynga. Ambas eran madres y trabajaban en una peluquería en Tarapoto (San Martín). Ambas fueron asesinadas por un mismo hombre, Fernando Ruiz del Águila, quien prendió fuego al salón de belleza el pasado 29 de mayo. Marysella Pizarro, la ex pareja de Ruiz, lo había denunciado varias veces por violencia. Él tenía, incluso, una orden judicial de alejamiento. Nada de eso lo detuvo.

El MIMP define tres tipos de feminicidio: íntimo, no íntimo y por conexión. Esta última categoría es la que corresponde para el caso de Tirsa Cachique, la dueña del salón de belleza y quien falleció al día siguiente. Ella estuvo “en la línea de fuego” y no pudo evitar que el desequilibrado sujeto perpetrara su atentado.

Respecto a Fernando Ruiz, solo basta decir que falleció ayer debido a las profundas quemaduras que él mismo se profirió. Él confesó a la policía sus crímenes y dijo no estar arrepentido.

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