Nathaly Salazar desapareció en el Cusco hace dos años y tres meses (Foto: Difusión)
Nathaly Salazar desapareció en el Cusco hace dos años y tres meses (Foto: Difusión)
Melissa Valdivia

A dos años y tres meses de la desaparición de la turista ecutoriano-española Nathaly Salazar Ayala, la jueza Melody Contreras Barineza del Juzgado Mixto y Penal Unipersonal de Machupicchu y Juzgado Mixto de Urubamba condenó a once años de cárcel a Jainor Huillca Huamán (20) y Luzgardo Pillco Amau (22) por los delitos de homicidio culposo, hurto agravado y delitos contra la encubrimiento.

Nathaly Salazar salió de España el 27 de setiembre del 2017 con fines turísticos. Estuvo en Ecuador y luego llegó al el 23 de diciembre de ese año. Dos semanas después, según mostraron las cámaras de seguridad del hospedaje Pariwana Hostels”, Nathaly salió a hacer turismo de aventura y practicar zipline en el distrito de Maras (Urubamba) por lo que contrató los servicios de la empresa Maras Aventura.

Según las investigaciones, a las 09.30 a.m. de aquel día tomó los servicios de movilidad del primer acusado Jainor Huillca, quien prestaba servicio de taxi en su vehículo de placa V1H-337 desde el ramal de Maras hasta el centro arqueológico de Moray. Luego, Huillca le ofreció a Nathaly los servicios de deporte de aventura de zipline de la empresa Maras Aventura y para ellos contacta con Luzgardo Pillco. Ambos detenidos durante su manifestación confesaron que Salazar falleció practicando esa actividad y que arrojaron el cadáver en el río Vilcanota (Urubamba)

El recorrido del zipline, se realizó en medio de una lluvia, Nathaly viajó sin que se tomaran las medidas de seguridad e impactó mortalmente contra la base de la plataforma del torreón de recepción,. Ambos acusados lejos de socorrerla planearon desaparecer su cuerpo. Juntos cargaron el cadáver a la maletera del vehículo de Janior Huillca, y al promediar las 6:30 p.m. llegaron al sector de Tankaq de la jurisdicción de Ollantaytambo para arrojar el cadáver al río Vilcanota. Antes, compraron una botella de ron y la colocaron, medio vacía, junto al cadáver, para simular que la joven en supuesto estado de ebriedad había caído a las aguas. También introdujeron piedras y arena en su morral para impedir que el cuerpo saliera a flote. Según confesaron, después, sustrajeron sus pertenencias: un teléfono móvil, un monedero, una chaqueta naranja y un palo para hacer selfies.

Durante las diligencias, aquella vez la Policía no encontró sangre en la tirolina ni en la maletera del coche en el que supuestamente habrían trasladado a Nathaly. Además, los dos acusados ofrecieron versiones distintas sobre cómo trasladaron su cadáver y acerca del recorrido que hicieron hasta llegar al río, incurrieron en numerosas contradicciones sobre quién propuso deshacerse del cuerpo y dónde debían hacerlo, lo que la Fiscalía calificó como acciones de encubrimiento y obstrucción a las investigaciones.

Hoy culminó el período de prisión preventiva para Jainor Huillca y Luzgardo Pillco quienes cumplen la medida en el penal de Q´enqoro desde el 12 de enero del 2018. Ambos imputados además de cumplir con la sentencia de once años que culminará el 12 de enero del 2029, deberán realizar el pago de S/ 150 mil por reparación civil en un plazo de dos años. Asimismo, Mario Meza Auccapuma y Raúl Romaní Gómez, propietarios de la empresa Maras Aventura, también fueron incluidos como terceros civilmente responsables, ambos en un plazo de un año deberán pagar una reparación civil de S/ 50 mil.

La defensa de Nathaly Salazar presentó el recurso de apelación, mientras tanto, sus padres debido a las medidas de aislamiento social decretadas por el gobierno peruano y español, han seguido la lectura de sentencia desde Valencia (España) a través de una videoconferencia. Ambos padres están en desacuerdo con la decisión de la magistrada cusqueña y aseguraron que no descansarán hasta encontrar el cuerpo de su hija.

“No es una condena que esperábamos, ojalá ellos hagan conciencia para devolvernos a nuestra hija, y nosotros poder darle cristiana sepultura, es lo único que nos falta para poder tener un poco de paz, vamos a seguir luchando, para devolverle la dignidad que le robaron no vamos a descansar” refirió Alexandra Ayala, madre de la extranjera.

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