A través de la capacitación y el mejor resultado que se obtiene, pueden pagar hasta el doble, a veces el triple, a la comunidad awajún que cosecha el cacao nativo.(Foto: cortesía elemento)
Cacao peruano
Alicia Rojas Sánchez

Romper el molde del chocolate es una de las máximas que guían a Lorenzo Llosa y José Visconti en su labor diaria con el cacao peruano.

Además de la innovación, que es necesaria para garantizar un mínimo de éxito, ellos se centran en el trabajo comunitario y en brindar herramientas que van más allá de lo tangible: generar conocimientos imperecederos.  

Jose y Lorenzo son dueños de la marca Elemento, a través de la cual trabajan con el cacao que siembran en la cuenca baja del río Marañón las comunidades nativas awajún.

“Definitivamente entendimos que tenemos que proteger los cacaos nativos de la cuenca amazónica del Perú, que están amenazadas por varios factores”, comenta Lorenzo, quien especifica como peligros que acechan estas plantaciones el desconocimiento de su valor, la desconexión de sus productores con el mercado, la presencia de ciertas asociaciones que bajan el precio del cacao y la introducción de genética que distorsiona la característica natural los cacaos.

Sobre estas variedades introducidas en regiones como San Martín, según apunta Visconti, Lorenzo Llosa agrega que “tiene menor valor, menor sabor. El problema es que van a estos lugares donde están las comunidades nativas, donde está el cacao nativo, agarran estos árboles adaptados al suelo, le cortan la parte de arriba e injertan esta genética”.

- La conservación de la herencia natural-
“Lo que nosotros hemos hecho es ingresar a una zona en particular de Amazonas y les hemos propuesto a los productores trabajar de cierta forma su cacao para que nosotros podamos capacitarlos en procesos de cosecha y poscosecha para que, con su trabajo, darles un proceso más para poderles pagar más y que ellos revaloren su cacao y que les valga la pena económicamente”, explica José Visconti sobre la forma en que trabajan con las comunidades awajún.

Según indicaron los dueños de Elemento, el precio commoditie mundial del grano seco de cacao es US$ 2 el kilo. A través de la capacitación y el mejor resultado que se obtiene, pueden pagar hasta el doble, a veces el triple, a la comunidad awajún que cosecha el cacao nativo.

Visconti, que trabajó durante tres años en la investigación de cacao peruano y capacitó a cooperativas de Amazonas, Cusco, Satipo, Vraem y Tumbes, sabe que cada región del Perú tiene una variedad de cacao distinto y, por ello, esta diversidad debería prevalecer.

A través del trabajo con el cacao, en Elemento buscan que las personas no solo sepan y sientan el valor del cacao de la cuenca baja del río Marañón, también conozcan el impacto que esto tiene en la comunidad awajún.

-Los tostados y porcentajes-
Entre los chocolates de Elemento que se pueden encontrar en el mercado está el de 52% con leche, así como los de 70%, que tienen tres perfiles de tostado: ligero, medio e intenso.

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