“Mi vida no es la misma desde que el huaico se llevó mi casa. Nadie me ha dicho hasta cuándo seguiré soportando la escasez de agua, el frío de la noche”. El testimonio es de Roler Huamán Coyori. En marzo del 2017, las aguas de la quebrada León, en Trujillo, se llevaron su modesta vivienda, ubicada en el mismo cauce. Tras la catástrofe, vive en El Milagro, en una casa prefabricada que el Gobierno le entregó temporalmente. Sin embargo, el tiempo no ha pasado para él, su esposa y sus cinco hijos.
En La Libertad, la furia de El Niño costero dejó 3.908 viviendas inhabitables y 7.089 colapsadas, según la Subgerencia de Defensa Civil del gobierno regional. El Estado se ha comprometido en entregar 3.979 casas en esta parte del país hasta diciembre del 2019, pero solo 682 se han construido en un año. “La reconstrucción es muy lenta”, sostuvo recientemente Manuel Llempén Coronel, en una de sus primeras declaraciones como gobernador electo de esta región.
Llempén, quien asumirá funciones el 1 de enero, aseguró que creará un grupo de trabajo dedicado exclusivamente al tema y le pedirá “celeridad en las obras” al presidente de la República, Martín Vizcarra.
En el 2019, La Libertad recibirá S/1.034 millones para la ejecución de 372 obras, la mayoría en la sierra de la región. Hace pocos días, en Trujillo, se reunió el director ejecutivo de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC), Edgar Quispe, con las autoridades electas de la región. “Nos ha dado un diagnóstico claro de la situación y el otro año esperamos avanzar de manera acelerada. No podemos esperar más”, dijo Llempén.
—En Piura y Áncash—
En Piura, otra región devastada por El Niño, la situación es similar. Entre setiembre del 2017 y octubre del 2018, solo se ejecutó el 31% de la partida de S/1’864.000 aprobada para 1.884 obras y servicios del proceso de reconstrucción tras El Niño costero. Además, como en La Libertad, algunas intervenciones no han estado exentas de irregularidades y riesgos advertidos por la contraloría y otras entidades.
El gobernador electo de Piura, Servando García Correa, reiteró que se necesita un mayor impulso a la descentralización de las obras. “En los primeros 100 días de mi gestión, elaboraremos los expedientes técnicos para atender 60 cuencas ciegas e implementar un sistema de drenaje pluvial para Piura y Sullana”, indicó.
En Áncash, otra de las regiones afectadas por las lluvias de El Niño costero el año pasado, poco se ha hecho en lo que se refiere al rubro de reducción de vulnerabilidad y atención de emergencias por desastre: solo se ha ejecutado el 37,9% de los S/64’487.443 del presupuesto institucional modificado durante este año.
El virtual gobernador regional de Áncash, Juan Morillo Ulloa, criticó también la lentitud del proceso de reconstrucción. “No hay resultados. A este paso vamos a llegar al bicentenario y no hemos prevenido nada, aun cuando corremos el riesgo de que pueda venir otro fenómeno natural en el siguiente verano”, sostuvo.
—Datos—
De haber lluvias similares a las del 2017, Trujillo volvería a inundarse, porque en sus tres principales quebradas (San Ildefonso, San Carlos y León) aún no se han ejecutado trabajos de solución definitiva.
En la caleta de Coishco (Áncash), la población pidió la intervención de la ARCC, pues el río Shisho amenaza con inundar las viviendas de 400 personas.
En Piura la ARCC ha puesto en marcha el Plan Integral del Manejo del Río Piura para que las aguas desfoguen en el mar, evitar nuevas inundaciones y almacenar agua para épocas de sequía. No obstante, el proyecto aún está a nivel de estudios.