Cerca de 667 personas fueron retenidas en los últimos días por infringir el estado de emergencia y toque de queda por el COVID-19 en Chincha (Ica), por lo que se les trasladó a la comisaría local. Sin embargo, la dependencia policial no tiene capacidad para albergar a tantos infractores, informó el jefe de la División Policial de Chincha, coronel PNP Óscar Oyarce Alvarado.
“El aforo del calabozo no es para más de 15 personas. No fue diseñado para un escenario como este. No puedo meter como sardinas a los intervenidos y provocar que se convierta en un foco infeccioso”, dijo Oyarce.
El coronel PNP explicó que ingresan al calabozo aquellas personas que cometan algún presunto delito, además de desobediencia y resistencia a la autoridad ante el estado de emergencia. El resto de de detenidos, que son entre 90 y 110 por día, permanecen en el patio de la comisaría.
A través de una coordinación con el Ministerio Público, se ha considerado la salida de los infractores, que en algunos casos solo requieren un control de identidad. No obstante, hay quienes deben quedar retenidos por 48 horas, de acuerdo a ley.
Oyarce aclaró que los infractores no son catalogados ni tratados como delincuentes y se respeta sus derechos. “En esta labor diaria nos estamos encontrando con tres cosas: con la ignorancia de la población, la indiferencia y la irresponsabilidad. Todos los días verificamos que hay niños desplazándose en la vía pública y personas de la tercera edad”, concluyó.