A inicios del 2015, Chan Chan contará con un nuevo acceso para turistas peruanos y extranjeros. Este recorrido comenzará en el actual museo de sitio y llegará hasta el recinto de Nik An (antes Tschudi).
A lo largo de los 1.200 metros de recorrido, los turistas podrá conocer más sobre la flora y fauna nativa que acompañó a los chimúes cuando estos ocuparon la zona. Además, tendrán la oportunidad de observar áreas cerradas y poco conocidas por el público.
El director del Proyecto Especial del Complejo Arqueológico, Henry Gayoso, dijo que empezar la visita en el museo de sitio dará a los turistas una idea más clara de cómo fue Chan Chan y sus diez palacios.
Nuevo inicios
En el camino hacia Nik An, se observará la huaca Toledo, una pirámide de barro que ha sufrido el impacto del huaqueo, pero que aún conserva su monumentalidad. Si bien se han hecho estudios preliminares, los arqueólogos aún discrepan sobre si sus estructuras sirvieron como un adoratorio o un refugio para el gobernante.
A pocos metros de este recinto, se ubica una laguna que también lleva por nombre Toledo. Asimismo, existe un pequeño bosque donde se conservan la flora y fauna nativa. “La idea es que el turista no solo tenga contacto con la evidencia arqueológica, sino también con lo que queda del viejo paraje chimú”, dijo Gayoso. Se estima que este nuevo acceso demandará una caminata de 60 minutos.
Proyecto en marcha
La idea de reorientar el ingreso a Chan Chan incluye ampliar y modernizar el museo de sitio. Para esto, el Plan Copesco del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) financiará los S/.14’000.000 que se requieren para la obra. Las instalaciones del museo crecerán y se construirán nuevos talleres. Además, será equipado con un renovado guion museográfico. En esta tarea participará la directora general de Museos del Ministerio de Cultura, Sonia Guillén Oneeglio.
Aunque los especialistas encargados del diseño de este corredor son muy optimistas respecto a su iniciativa, todavía les queda un tema por resolver. Cerca de la laguna Toledo están las lagunas de oxidación del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de La Libertad (Sedalib). Los olores de estas aguas servidas podrían ser un motivo para modificar alguno de los tramos.