Trujillo: no hay sanciones por licencias para armas vencidas

El arma de fuego es el instrumento más empleado para cometer homicidios en la región, sobre todo de las más peligrosas bandas de criminales, como La Jauría y Los Injertos de Moche.

Si bien los delincuentes se abastecen de ellas en el mercado negro, en el campo formal no existen filtros ni controles eficientes que regulen quiénes acceden a las armas y en qué condiciones. 

De las 13.577 licencias otorgadas para portar arma de fuego en la región, 7.140 (es decir, el 52%) están vencidas, según un reciente reporte entregado por la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec).

Este dato cobra relevancia al corroborar que, de los 196 asesinatos registrados en esta parte del país, solo durante el 2014, el 88% (173) se perpetró con pistola, revólver o arma hechiza (artesanal). 

“En el resto del país la situación es igual de alarmante”, admite el superintendente de la Sucamec, Derik Latorre Boza. “De las 350.000 licencias otorgadas, al menos 175.000 ya están vencidas”, precisó el funcionario a El Comercio.

¿Dónde están esas armas cuyas licencias ya vencieron? ¿Quién o quiénes las poseen? Ambas son preguntas que ninguna autoridad liberteña puede responder.

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