En ambas orillas del río Putumayo, frontera natural entre el Perú y Colombia, es conocida la presencia de grupos de cocaleros y productores de cocaína de ambos países, cuyo destino final suele ser Brasil.
En los últimos meses, además, ha habido continuos reportes sobre la presencia de supuestos remanentes de las FARC en la zona, que se mantienen en la ilegalidad. Del lado peruano, es la Marina de Guerra la encargada de la vigilancia fronteriza a través de patrullajes fluviales constantes.
Este miércoles se confirmó que tres marinos resultaron heridos en un hostigamiento por parte de hombres armados.
El hecho ocurrió el martes, durante un operativo de control fluvial de la Comandancia General de Operaciones de la Amazonía. La lancha patrullera Nanay se desplazaba por el Putumayo a la altura del distrito de Teniente Manuel Clavero, en la región Loreto, y cerca de la localidad colombiana de Refugio, cuando fue atacada desde una embarcación y desde la orilla, según confirmaron fuentes de la Marina a este Diario.
El técnico segundo Richard Reynaldo Terry Rodríguez recibió un impacto de bala en el tórax, mientras que los oficiales de mar Juan Antonio Ramos Núñez y Gerson Carlos Ojanama Holanda sufrieron heridas menores.
Fueron evacuados inicialmente a un puesto de salud en la localidad colombiana de Puerto Leguizamo, donde fueron atendidos por personal del Hospital de la Fuerza Naval del Sur, de la Armada de Colombia. Una vez estabilizados, fueron derivados al Hospital Regional de Iquitos.
Percy Rojas, director de este centro de salud, confirmó que Terry permanecía en cuidados intensivos.
–Presencia peligrosa–
Durante este año, ha habido varios reportes sobre la presencia de grupos armados en diversos sectores de la frontera, incluyendo el lado peruano, en el distrito de Teniente Manuel Clavero.
El 15 de abril pasado, Neider Jhonny Machacury Jota, un colombiano de 19 años, fue detenido por policías peruanos a pocos metros de un colegio estatal en la localidad de Soplín Vargas, en este distrito, cuando conversaba con dos menores a quienes intentaba convencer de unirse a los grupos disidentes de las FARC. Durante la investigación del caso, el Ministerio Público encontró casos similares que no habían sido denunciados.
Tres días antes de la captura de Machacury, una mujer de iniciales S.R.L. denunció a la policía que la noche anterior un cuñado suyo, menor de edad, había sido trasladado a la fuerza a un sector llamado Basurero (todo en territorio peruano), donde se topó con 11 hombres encapuchados y armados. Le dijeron al menor que debía regresar con más jóvenes, o lo asesinarían. Tras la denuncia, la policía reforzó la vigilancia en la zona, y así fue atrapado Machacury.
Poco antes, el 9 de marzo, un poblador de iniciales F.G.C. jugaba fulbito con vecinos de la zona cuando otro sujeto lo instó a unirse a estos grupos armados que pululan en los alrededores, y le dijo que le darían dinero y armas. Intentó irse del lugar, pero fue secuestrado durante diez días. Logró huir lanzándose al río, pero le dispararon y sufrió heridas en el rostro.
Finalmente, el 15 de julio, el Gobierno Peruano decretó estado de emergencia por 60 días, con la finalidad de establecer el control en las orillas del río Putumayo.
No es la primera vez, en estos últimos años, que se establece estado de emergencia en algún punto de la frontera con Colombia. En setiembre del 2014, por ejemplo, se dictó esa medida para los distritos de Ramón Castilla y Yavarí, en la provincia de Ramón Castilla.
Estas localidades se ubican también justo al frente de suelo colombiano, y muy cerca también del límite con Brasil.
En julio de ese año, en la localidad peruana de Panchococha, un grupo de la Policía Antidrogas regresaba a su base luego de haber destruido dos laboratorios de cocaína. De pronto, se desató un enfrentamiento con narcotraficantes y murió el mayor PNP Rudy Falcón Salguero.
Sobre el hostigamiento del último martes, la Marina no se ha pronunciado respecto a quiénes podrían ser los atacantes.
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