Humberto Marchena inició la semana pasada su tercer gobierno provincial consecutivo como autoridad de Ayabaca, en Piura. Sin embargo, estos no han pasado sin acusaciones. El año pasado fue acusado de haber cometido una serie de actos de corrupción durante su gestión municipal, lo que provocó que los pobladores tomaran el palacio municipal. Es por ello que un equipo de la Contraloría investiga y revisa toda la gestión del cuestionado burgomaestre.
Ahora un grupo de pobladores ha presentado varias denuncias por presunto favorecimiento a sus familiares directos: dos de sus sobrinos han sido proveedores del municipio y han recaudado juntos cerca de S/.109 mil por diversos servicios.
Uno de ellos es Yimer Edgardo Aponte Tacure, quien facturó como proveedor de la comuna la suma de S/.45.600 desde el 2008 hasta el 2011. Mientras tanto, su hermano Yury Neyser Aponte Tacure facturó el total de S/.63.340 desde el 2009 al 2011. Además, de acuerdo con la Sunarp, Yury Aponte es propietario de dos vehículos, uno en Piura y otro en Jaén.
En la denuncia no se precisan los servicios que estos familiares dieron al municipio y, cuando este Diario buscó al alcalde, no obtuvo deslindes ni respuesta.
PROYECTO INCONCLUSO
Un grupo de pobladores del sector de Calvas de Samanga, en Ayabaca, también denunció ante la Contraloría General de la República presuntas irregularidades en el proyecto de mejoramiento y ampliación de la I.E. N° 14234. La obra tenía un presupuesto de S/.394.505.
El expediente técnico al que tuvo acceso este Diario señala que se construirían tres aulas, un ambiente para dirección y sala de profesores, servicios higiénicos, una plataforma multiusos y un cerco perimétrico con paneles de malla metálica. También contemplaba la implementación de mobiliario para las aulas.
Sin embargo, los pobladores denunciaron que solo se construyeron dos aulas y luego la obra fue declarada concluida.