El Perú es uno de los países donde todavía se deposita el papel higiénico con heces en un tacho dentro del baño y no directamente en el inodoro. Sedapal, la empresa que brinda el servicio de agua potable y alcantarillado en la capital, sostiene que el tipo de papel sanitario que utilizamos en el país no tiene las condiciones para ser arrojado directamente al wáter. Sin embargo, algunas empresas productoras niegan esta versión. Además, expertos consultados por este Diario señalan que el hábito de almacenarlo en la papelera es insalubre.
La costumbre de colocar los restos del papel higiénico en una bolsa dentro de un cesto, para luego entregársela a los recogedores de la basura, es una práctica que empezó con las fosas sépticas, señalan expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México. Hoy en día, sugieren, esto es fecalismo (contaminación del medio ambiente que proviene de la materia fecal).
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¿Pero es posible cambiar la forma de deshacernos de esos residuos en el Perú? Para el ingeniero ambiental Óscar Aguinaga, de la Universidad Cayetano Heredia, los desechos fecales siguen la misma ruta de los restos de comida, por lo cual generan un riesgo de posibles contagios.
“Hay investigaciones que dicen que sí puede haber restos del virus [COVID-19] en las heces. Hay suficiente evidencia que indica que hay un riesgo y cuando uno dispone el papel higiénico de la forma como lo hacemos habitualmente con los desechos de comida, sigue la ruta de los residuos sólidos: va a una bolsa de basura, luego a la recolección y termina en un relleno sanitario. Hay mucha más manipulación que si fuese eliminado por el inodoro”, menciona.
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-No es posible en todos los hogares-
Sobre el tema, el médico infectólogo Carlos Medina menciona que los coronavirus nos han acompañado siempre y se han encontrado rastros en las heces. Lo que no se ha determinado hasta el momento, y sucede lo mismo con este nuevo coronavirus, es si se trata de todo el virus o solamente es el material genético o el ARN el que es detectado en las heces. De igual forma no se ha concluido si tiene o no capacidad infectante.
Agrega que, si todo el país tuviera la posibilidad de contar con un sistema de drenaje conectado a su hogar, deshacernos del papel higiénico a través del inodoro sería lo adecuado.
“El papel higiénico se desintegra con el agua, pero dar una recomendación de que se deseche a través del wáter no es una sugerencia muy real para todos los hogares, ya que un gran porcentaje de la población urbana y mucho más la rural no tiene desagüe”, apuntó el médico.
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Ante esta imposibilidad, sugiere algunas recomendaciones para que el uso de la papelera sea más seguro. “Se tiene que hacer a través de una bolsa y no directamente a la papelera, porque casi nadie la desinfecta. Se debería esterilizar el tacho con lejía seguidamente. La papelera debe estar cerrada y cuando nos deshacemos de la bolsa debemos asegurarnos de que esté completamente amarrada, no esperar a que se rebalsen los papeles”, sostiene.
El médico infectólogo menciona que esta práctica debería ser constante, pero que en este contexto de la pandemia es aun más urgente. “La única forma de contagiarse con un papel contaminado por secreciones es tocando ese papel. Justamente para evitar ese contacto, cuando se eliminen los papeles con secreciones, se debe mantener el tacho cerrado. Además de cuidar la higiene de las manos todo el tiempo”, agrega.
El especialista en sostenibilidad Darío Díaz coincide en que, desde el punto de vista de salud pública y por experiencias de otros países, lo más adecuado es botarlo directamente al retrete. En el caso del Perú, por la falta de desagües, se tiende a colocarlo en un tacho y por ello dependerá de las condiciones de cada casa y del sanitario que cuenten para tirarlo como se recomienda.
“Lamentablemente en muchos lugares las cañerías no soportan, no precisamente por el papel higiénico, sino en general por las propias tuberías, porque anteriormente se ha botado restos de comidas o por lo que fuera, que hace que tirar el papel higiénico al inodoro contribuya al problema”, explicó.
Sobre el tipo del papel higiénico que se utiliza en el país, menciona que no todas las marcas tienen las mismas características que permitan una adecuada disolución. “En algunos casos las hojas de papel no son de naturaleza tal que permita diluirse con facilidad. Hay que considerar también el sanitario de cada casa. Si las condiciones no son las mejores, aunque en la práctica no es lo deseable, lo viable sería ponerlo en un tacho, pero la evidencia internacional y la recomendación en salud pública es botarlo al inodoro”, puntualiza.
-¿Papel higiénico inadecuado?-
El gerente de Aguas Residuales de Sedapal, Ing. Francisco Quezada, sostiene que a lo largo de los 15 mil kilómetros de redes secundarias que administra la empresa de saneamiento, la gran mayoría de atoros se debe principalmente a los desechos de papel higiénico. Señala que esto pasa porque el papel que se vende en el Perú no tiene las características adecuadas para ser vertido por el inodoro.
“El papel higiénico que se usa en el Perú no es fácil de diluir. Cuando se mezcla con el agua se endurece y muchas veces forma un segmentante que se adhiere a las tuberías y los inodoros y genera atoros”, comenta.
Por su experiencia con redes domiciliarias de otros países, asegura que en nuestro país no es posible deshacernos de los residuos higiénicos de otra forma que no sea a través de una papelera.
“En otros países como Japón, el papel higiénico se vierte al inodoro por un tema de bioseguridad, pero el papel que usan tiene un diseño que cuando se tira al wáter se diluye totalmente de inmediato. En este contexto de la pandemia podríamos empezar a normalizar ese uso si las empresas que fabrican papel higiénico en el país adapten las recomendaciones técnicas de ese tipo de papel. Sería muy bueno”, agrega.
Quezada señala que del millón y medio de conexiones de agua potable que hay en Lima, solo el 7% es no doméstica, por lo tanto, agrega que los atoros básicamente se generan en las casas. Incluso, durante el estado de emergencia estos no han disminuido.
“Yo creo que sería un excelente hábito que los papeles vayan al inodoro por un tema de higiene. Podríamos empezar a cambiar, pero tenemos que empezar a producir el papel adecuado”, acota.
- ¿Qué dicen las empresas? -
Una de las marcas de mayor consumo en nuestro país es Suave, perteneciente a la firma Kimberly-Clark. El category manager en el Perú, Segundo Pérez, menciona que el producto sí se puede eliminar a través del inodoro, aunque dependerá de la cantidad que se utilice y se deseche en cada hogar.
“El papel higiénico sí tiene una característica de dispersabilidad. Este mismo producto en Argentina, Uruguay y Chile se dispensa en el wáter, mientras que en el Perú, Colombia y Brasil se tira habitualmente en un cesto”, señaló a este Diario.
Pérez explicó que el papel sanitario, a diferencia del papel común, no contiene químicos que lo hagan resistente al agua. Por lo tanto, es más fácil su degradación. Recalcó que el papel que comercializan es orgánico y puede degradarse rápidamente.
“Nuestra expectativa es intentar mejorar la calidad de higiene y a la vez generar el menor impacto posible en el medio ambiente”, puntualizó.
En tanto, empresas como Elite recomiendan en su página web que la forma adecuada de deshacernos del papel higiénico es a través del inodoro. “El papel higiénico está pensado y diseñado para desintegrarse con facilidad en contacto con el agua; y de esta forma, eliminarlo”, aseguran. Este Diario intentó conversar con representantes de la empresa, pero no fue posible.
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¿Hay cura para el COVID-19?
Aún no existen pruebas de que alguna vacuna o medicamento pueda prevenir o curar la enfermedad. Sin embargo, los afectados deben recibir atención de salud para aliviar los síntomas; y si el paciente está grave, deberá ser hospitalizado.
La OMS coordina esfuerzos para encontrar la cura contra este nuevo coronavirus que ha acabado con la vida de miles de personas.
¿Cuánto dura el período de incubación del COVID-19?
Primero hay que entender que el período de incubación es el tiempo que transcurre entre la infección por el virus y la aparición de los síntomas de la enfermedad.
De acuerdo con estimaciones, el periodo de incubación de la COVID-19 oscila entre 1 y 14 días, y en general se sitúa en torno a los cinco días.
Por el momento se continúan analizando y actualizando estos datos para tener una información más precisa y detallada.