Bernardo Roca Rey, gestor de Somos en el difícil 1986, recuerda los inicios del gran proyecto de El Comercio.
Ese año en que la crisis económica golpeaba fuerte los bolsillos y la violencia terrorista llevaba a muchos a dejar el Perú, hacer que el lector de El Comercio encontrara de pronto cada sábado una revista con portada en papel couché y gratuita era un lujo, un mensaje de optimismo en un país donde todo iba hacia abajo. Pero sobre todo era un proyecto audaz. “La idea era presentar un producto a la usanza de los periódicos más importantes del mundo. De hecho, mi referente fue el magazín que editaba Le Figaro en Francia”, recuerda el apasionado periodista y gastrónomo Bernardo Roca Rey, el gestor de Somos.
Al darse luz verde para que la primera Somos apareciera el 13 de diciembre de 1986, se le dio seis meses de plazo para que alcanzara los resultados trazados por la compañía. Al tercer mes, los vientos empezaron a mostrarse propicios y la revista se fue consolidando en lectoría y anunciantes. “Desde el comienzo fuimos transgresores, creando secciones como ‘Ellos en la cocina’ y ‘Ellas en el bar’, algo que para la época era inesperado. La revista supo marcar su propia agenda”, precisa Roca Rey.
En un inicio, el Diario no contaba con máquinas diseñadas para imprimir revistas, por lo que el producto se hacía por fuera e incluso se engrapaban las páginas de manera manual. Tampoco había sofisticados programas de diseño o de retoque fotográfico. Ni siquiera había computadoras personales y menos Windows. “Lo que se tenía muy claro era que debíamos hacer un producto completo. Y es algo que se mantiene hasta hoy”, concluye el primer director de este semanario, quien ideó además un logotipo capicúa (que puede leerse igual en diferentes sentidos). Así es Somos, al derecho y al revés una publicación que llega al joven como al adulto mayor, a la mujer y al hombre por igual, con actualidad y entretenimiento.
No se pierda este sábado una edición de colección por los 30 años de la revista Somos, gratis con su diario El Comercio.