El 15 de agosto de 2007, la región Ica fue el epicentro del terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter. Según cifras oficiales, 596 personas murieron, cientos resultaron heridas y miles quedaron damnificados por el intenso movimiento telúrico que destrozó 52 mil viviendas.
Dieciséis años después, resaltan algunos avances de reconstrucción. De acuerdo con el Centro de Operaciones de Emergencias Regionales (COER) de Ica, el 94% de comisarías y instituciones de salud de la región que fueron calificadas como inaccesibles ya han sido reconstruidas. Sin embargo, existen tareas pendientes.
En la provincia de Chincha, los alumnos del colegio emblemático Andrés Avelino Cáceres estudian en aulas prefabricadas debido que la estructura del centro educativo ha sido declarada inhabitable por Defensa Civil. La institución aún no ha sido reconstruida desde el terremoto que azotó a la región Ica en el 2007.
En tanto, en la provincia de Ica, solo el 30% de instituciones educativas afectadas por el terremoto del 2007 han sido reconstruidas. El caso más dramático es el del colegio inicial N° 14 Mercedes Dibós de Camino en el centro de Ica, cuya estructura quedó completamente afectada por el terremoto y hasta ahora no ha sido reconstruida.
“La falta de financiamiento es el impedimento para su reconstrucción. Aunque fue dificultoso, ya hemos solicitado al Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied) que nos brinden financiamiento para realizar las obras”, declaró a El Comercio Carlos Reyes, alcalde provincial de Ica.
Además, en la provincia de Pisco, un pabellón del colegio Raúl Porras Barrenechea que fue seriamente afectado por el terremoto del 2007 continúa en tal estado y no ha sido demolido. “Los alumnos tienen clases en la institución, pero nadie hace uso del pabellón dañado. Hemos conversado con el director actual y el gobierno regional de Ica para solicitar su demolición y reconstrucción”, manifestó a El Comercio, Pedro Fuentes, alcalde provincial de Pisco.
Sin embargo, los alcaldes provinciales entrevistados sostienen que, además de los trabajos pendientes en la infraestructura educativa, la brecha más grande en cuanto a reconstrucción de instalaciones corresponde a los monumentos históricos, que forman parte del patrimonio cultural de la Nación.
La Catedral de la ciudad de Ica permanece inaccesible debido a los daños que sufrió el 2007: el colapso parcial de su cúpula principal, deterioro de las bóvedas de la nave principal y rajaduras de las paredes laterales.
Asimismo, a 200 metros, la estructura de la iglesia San José también se mantiene destruida desde hace 16 años. Vecinos del centro de Ica denuncian que la iglesia es una “cueva de delincuentes y fumones” y un botadero de colchones y basura. Esta situación preocupa también a los profesores y padres de los estudiantes del colegio Juan XXIII, contiguo a la iglesia San José.
Carlos Reyes sostiene que la mayor dificultad para realizar los proyectos de reconstrucción de estos inmuebles históricos y que pertenecen al patrimonio de la nación es su falta de formalización. Este es un paso previo para la intervención del Ministerio de Cultura (Mincul), cuya inspección y aprobación es un requisito para realizar cualquier intervención en una obra que pertenece al patrimonio cultural de la Nación.
“Antes del terremoto, los terrenos del centro de Ica, donde están la mayoría de monumentos históricos, no tenían propietarios formalmente. El obispado de Ica siempre estuvo a cargo de la Catedral, pero nunca consignó su título en registros públicos. Luego del terremoto, Cofopri intervino para formalizar las propiedades”, explica Reyes.
“El 2022 se realizó la titulación de la Catedral a propiedad del Obispado de Ica. El Gobierno regional de Ica y el Mincul están evaluando el expediente de reconstrucción que presentamos desde la alcaldía provincial. Está pendiente el proceso de titulación de la iglesia San José”, agrega.
Por su parte, el antiguo Palacio Municipal de Pisco, inaugurado en el año 1930, también espera su reconstrucción 16 años después. Este inmueble sigue abandonado, inhabitable y en permanente riesgo de caer. “Estamos conversando con el Mincul para empezar con los trabajos que permitan su remodelación”, asegura Pedro Fuentes.
Rubén Lima, subgerente de Gestión del Riesgo de Desastres del COER de Ica, señala que el Mincul “tiene que liderar la reconstrucción de los punto focales de peligro de los monumentos de Ica con inversión publica o privada”.
Por otro lado, Fuentes señaló a El Comercio que la primera casa y cuartel que ocupó don José de San Martín, una casona del siglo XVII que se derrumbó el 2007, será reinaugurada el 8 de septiembre tras culminarse las obras de reconstrucción conformes a las especificaciones del Mincul.
Permanecen los "muros de la vergüenza" en Pisco
De acuerdo con Pedro Fuentes, en los distritos de Pisco y Túpac Amaru la reconstrucción en redes de alcantarillado se encuentra entre el 70% a 80%. Sin embargo, en los distritos más alejados al litoral, como San Clemente, las obras de reconstrucción del sistema de alcantarillado registran un avance aproximado del 50%.
“En San Clemente, el distrito más grande Pisco y con la tercera parte de población de la región (50 mil personas aproximadamente) se necesita apoyo del gobierno provincial y nacional para brindar los servicios básicos que no tienen sus habitantes”, indica Fuentes. Asimismo, mencionó que falta completar el 20% de la reconstrucción del casco urbano a nivel provincial.
En Pisco Playa, como se conoce al área que comprende la parte del puerto y las playas del litoral, permanecen los “muros de la vergüenza”. Así se conoce a las paredes que se colocaron alrededor de edificaciones que nunca se reconstruyeron.
Detrás de ellas hay terrenos vacíos o módulos de material prefabricado donde estaban las viviendas antes del terremoto. Uno de estos le pertenece a Rafael Montero, quien pese a haber sido damnificado no recibió el bono de los seis mil soles que entregó entonces el Banco de Materiales.
“Hubo muchas denuncias en la entrega de bonos. Recibieron quienes no vivían en la zona afectada o no se usó para reconstrucción. Hubo gente que compraba televisores”, menciona.