A la medianoche, en los últimos minutos del viernes, José Soto, natural de Valencia (Venezuela), se vio sorprendido por los reflectores de las cámaras. Un grupo de policías se apostaron cerca; instantes antes, personal de Migraciones había colocado una cinta para fijar un límite: él sería el último ciudadano venezolano que ingresaría al país sin pasaporte.
Soto había llegado al Centro Binacional de Atención Fronteriza (Cebaf) junto a unos 150 venezolanos que viajaron durante 15 horas desde Rumichaca, en el límite entre Ecuador y Colombia, hasta el puesto migratorio de Tumbes.
“Muchos vienen en camino y no podrán entrar con su cédula de identidad”, dijo él, mientras avanzaba en la larga fila de compatriotas que perseguían el mismo fin. Fue un momento emotivo: las familias de migrantes se abrazaban después de haber sellado su tarjeta andina. Estaban en el Perú.
En las primeras horas del sábado, ocurrió lo previsible: comenzaron a llegar al Cebaf cientos de venezolanos que no contaban con pasaporte. Personal de Migraciones les informó que no podían ingresar sin dicho documento. Los rostros desencajados eran evidentes, hasta que las autoridades de Cancillería, junto a representantes de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la ONG Encuentros les aconsejaron tramitar su solicitud de refugio.
En cuestión de minutos, la oficina de Cancillería se atiborró de venezolanos desesperados por entrar a Tumbes.
Mariana Medina, de 19 años, fue una de ellas. Llegó a la frontera a las 4 a.m., luego de haber soportado seis días de viaje desde el estado venezolano de Vargas. “En Colombia nos engañaron, nos dijeron que nos traerían a Perú antes de que cierren la frontera. Pero fue una estafa: nos trajeron y nos abandonaron aquí”, dijo.
Incrédula al inicio, cuando salió de Cancillería mostró un documento que la acredita como solicitante de refugio, y que le permite desplazarse por el país sin riesgo de ser deportada. “Me han aconsejado tramitar mi permiso de trabajo apenas llegue a Lima, y entonces ya estaré más tranquila. Ha sido difícil todo el camino, hemos pasado muchas cosas”, contó Mariana.
Desde las primeras horas del sábado hasta el cierre de esta edición, y aunque no hubo un balance oficial, más de 2 mil venezolanos –según fuentes de la Defensoría del Pueblo de Tumbes, que estuvieron presentes en el lugar– lograron ingresar al Perú ya sea con pasaporte o como solicitantes de refugio. Ninguno se quedó sin ingresar al país.
Diosdado Cabello: "Régimen de Maduro hostiga a vecinos"
El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela (ANC), Diosdado Cabello, comentó ayer que países vecinos “obligan” a los venezolanos que emigran a caminar para que los medios puedan captar esas imágenes y promover una “campaña” contra el régimen de Nicolás Maduro.
“¿No les parece sospechoso que hay fotos (de venezolanos) en Perú caminando por la orilla de la carretera, en Ecuador caminando por la orilla de la carretera, en Colombia…? Parece que eso fuese luces, cámara, acción”, dijo el dirigente chavista durante una reunión del partido gobernante, según cables de la agencia de noticias EFE.
Aseguró que a los venezolanos que huyen de la crisis económica en su país “los bajan de los autobuses, no los dejan montar en los autobuses, y a la gente no le queda de otra” que caminar para llegar a sus destinos.
“Y esa es la toma que ellos hacen, es una campaña contra nuestro país, una campaña de dimensiones extraordinarias en el uso de recursos y en la falta de escrúpulos de quienes la dirigen, los grandes medios de comunicación”, dijo.
Finalmente, Cabello pidió a los venezolanos que huyen de su país que regresen. “Le pedimos a esos jóvenes que se fueron, vénganse para Venezuela, vamos a construir la patria que soñaron, nosotros los vamos a recibir con los brazos abiertos”, dijo.