Mario Mejía Huaraca

El presidente decretó el domingo 15 de marzo el estado de emergencia en todo el país por 15 días como medida extrema para afrontar la pandemia del . El objetivo es tratar de controlar la rápida propagación del temido .

El gobierno viene adoptando una serie de drásticas medidas para enfrentar esta epidemia, en un inicio dispuso la suspensión del inicio de clases escolares, luego vino el cierre de fronteras y ahora se ha ordenado una suerte de toque de queda y se ha prohibido la circulación de vehículos particulares, salvo algunas excepciones.

Anteriormente otras calamidades han golpeado el país y no solo han estado relacionadas a temas de salubridad como el cólera o la gripe H1N1 sino también a desastres naturales como terremotos, huaicos o inundaciones.

A continuación detallamos los grandes desastres que se presentaron en las últimas tres décadas y cómo fueron enfrentados por quienes gobernaban en esos duros momentos.

1. La epidemia del cólera

En 1991, después de un año de haber sido elegido presidente, tuvo que enfrentar una epidemia que sacudió a todo el país y tuvo efectos devastadores. Los primeros casos se presentaron en enero en Chancay y Chimbote que se extendieron rápidamente por toda la costa y la sierra y llegó a la selva en marzo.

Al finalizar el año las cifras eran terribles: 322.562 enfermos, de los cuales 2.909 fallecieron, según un artículo del médico infectólogo Ciro Maguiña publicado en el 2010.

Para ese entonces, el Perú atravesaba una grave crisis económica y social, sumada al terrorismo que atacaba desde 1980. La escasez de alimentos, la falta de servicios básicos y la mala educación en hábitos de higiene, sobre todo en las poblaciones rurales y urbano-marginales, fueron un caldo de cultivo para la rápida diseminación de esa enfermedad infecciosa aguda acompañada de diarrea. Los hospitales se llenaron, muchos pacientes tuvieron que ser acomodados en el suelo y se tuvieron que improvisar centros de atención en iglesias y colegios.

Hubo mensajes confusos de parte del Ejecutivo para hacer frente al cólera, mientras que el entonces ministro de Salud Carlos Vidal Layseca recomendaba no comer cebiche, Fujimori y otros ministros se exhibían antes las cámaras de televisión saboreando ese plato en apoyo a la industria pesquera, que estaba gravemente afectada por la epidemia. Vidal renunció a los pocos días por el rebrote de la epidemia.

A falta de una infraestructura sanitaria adecuada, la principal preocupación de las autoridades de salud fue evitar una gran mortalidad por medio de la difusión de la higiene personal, del aseo de los alimentos y del tratamiento rápido de pacientes a través de la rehidratación oral para reponer el agua, sales y electrolitos perdidos en la diarrea. Sin esas medidas, la letalidad hubiera sido mayor, indicaron los especialistas.

2. El fenómeno de El Niño

Otra calamidad que afrontó Fujimori fue el fenómeno de El Niño que golpeó al Perú entre 1997 y 1998 con efectos devastadores. Afectó a 23 departamentos del país. Se registraron lluvias torrenciales, desborde de ríos, inundaciones, huaicos y sequías. Los departamentos más afectados fueron Piura y Puno.

En abril de 1998, el entonces ministro de Economía y Finanzas Jorge Camet detalló -ante el pleno del Congreso- que El Niño provocó 340 muertos, 178 desparecidos y 109 heridos. También indicó que más de 28.000 viviendas quedaron afectadas y 7.447 fueron destruidas.

Al final de la temporada, de acuerdo al Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), el fenómeno natural provocó 366 muertos y 1.053 heridos.

Alberto Fujimori  viajó a la zona de desastre y se reunió con los damnificados del fenómeno de El Niño.
Alberto Fujimori viajó a la zona de desastre y se reunió con los damnificados del fenómeno de El Niño.

Fujimori se movilizaba por las zonas del norte y sur del país que estuvieron afectadas gravemente por el fenómeno de El Niño y diariamente aparecía en las imágenes de televisión con los damnificados. Sus opositores señalaban que el mandatario estaba buscando con estas acciones aumentar su popularidad con el fin de mantenerse en Palacio de Gobierno y buscar la reelección.

El manejo del gobierno fujimorista de la crisis por El Niño no estuvo excepto de actos de corrupción.

3. Terremoto de Arequipa

El 23 de junio de 2001, cerca de las 15 horas con 33 minutos, un terremoto de magnitud 8.4 sacudió violentamente Arequipa y otras regiones del sur del país, como Moquegua y Tacna.

Los efectos fueron terribles: 55 fallecidos, más de 900 heridos, aproximadamente 13.000 damnificados y casi US$250 millones en pérdidas materiales. Valentín Paniagua, que estaba a punto de dejar la Presidencia, visitó y sobrevoló casi de inmediato las zonas afectadas y dispuso la declaratoria de emergencia de estas localidades y anunció la aprobación de dispositivos legales para ayudar a los damnificados.

El entonces presidente electo suspendió la gira que tenía prevista realizar en Estados Unidos y Europa y se desplazó a las zonas afectadas por el terremoto que también fue sentido en algunas zonas de Chile y Bolivia.

Ya instalado en Palacio de Gobierno, el ahora procesado por el caso Odebrecht fundó el Organismo para la Reconstrucción y Desarrollo del Sur (Ordesur), que tuvo como objetivo la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto. Sin embargo, en el 2007, el entonces presidente regional de Arequipa, Juan Manuel Guillén, sostuvo que dicha institución, desactivada en marzo de 2003, no cumplió sus metas y dejó muchas obras pendientes.

4. El terremoto de Pisco

El 15 de agosto del 2007 un terremoto de 7.9 grados sacudió violentamente Pisco y llegó a sentirse fuertemente en Lima. A las tres horas del sismo el entonces presidente dirigió un mensaje a la Nación declarando en emergencia Ica y detalló las medidas para afrontar los daños del sismo.

Con la información que tenía hasta ese momento, afirmó que a pesar de la “gran magnitud” del terremoto, este no dejó como consecuencia una catástrofe “con un inmenso número de víctimas”. Sin embargo, el terremoto de Pisco dejó 596 personas fallecidas y más de 434.000 damnificados y 52.000 viviendas derrumbadas.

Alan García recorriendo la zona del siniestro .  Hubo cuestionamientos y denuncias de corrupción al proceso de reconstrucción de Pisco.
Alan García recorriendo la zona del siniestro . Hubo cuestionamientos y denuncias de corrupción al proceso de reconstrucción de Pisco.

El gobierno creó el Fondo de Reconstrucción del Sur (Forsur) para la recuperación de Pisco y otras ciudades afectadas, pero se avanzó poco y mucha construcciones destruidas quedaron desantendidas.

No faltaron los reclamos y denuncias durante la reconstrucción de esta parte del sur del país. Así, por ejemplo, Toledo comentó en el 2012, durante una visita a Pisco, lo siguiente:“Hubo actos de corrupción. No lo digo con ningún reproche político, sino con un dolor en el corazón de ver a las madres viviendo debajo de esteras y plásticos. El gobierno del presidente García fue absolutamente inactivo, falto de compasión por la gente pobre”.

5. La gripe H1N1

La epidemia del nuevo virus influenza A H1N1 se inició en el Perú en mayo del 2009. Hasta el 19 de octubre de ese año se registraron 8.724 casos confirmados, de los cuales 8.596 fueron dados de alta y 186 fallecieron. En julio del 2010 se habían alcanzado 9.795 casos.

Según el estudio “Mortalidad relacionada a la influenza A H1N1 en el Perú durante la pandemia de 2009-2010”, publicado en la Revista Peruana de Epidemiología, en nuestro país, entre junio del 2009 y agosto del 2010, se registraron 312 muertes por esa enfermedad.

Alan García se enfrentó, en su segundo gobierno, contra esta epidemia. El titular de Salud era Óscar Ugarte, quien señaló que la tasa de mortalidad del virus fue del 2%. Dijo que la principal complicación cuando los infectados llegaban a las unidades de cuidados intensivos fue la neumonía. En declaraciones a RPP, el exministro manifestó que no hubo toda la capacidad para proteger a los pacientes. Sin embargo, aseguró que la letalidad que hubo en el Perú fue comparativamente más baja que la que se vio en otros países.

6. Emergencia en Chosica

Tras abundantes lluvias y una ola de huaycos que afectaron Chosica y causaron más de ocho muertos en marzo del 2015, el entonces mandatario Ollanta Humala llegó hasta la zona de desastre y anunció la emergencia de la localidad por 60 días. Allí exhortó a la población de todo el país a no construir sus viviendas en las quebradas de los ríos. Después acudió a Santa Eulalia, donde aseguró que su gobierno apoyaría la reubicación de las familias afectas por los aludes.

Ollanta Humala se trasladó a Chosica y decretó una emergencia de 60 días.
Ollanta Humala se trasladó a Chosica y decretó una emergencia de 60 días.

“La reubicación no necesariamente será en el distrito afectado, tenemos otras zonas de Lima donde podemos reubicarlos con la garantía de que el esfuerzo de toda su vida no se lo llevará un huaico”, manifestó en esa oportunidad.

7. El Niño Costero

A solo ocho meses de haber llegado a Palacio de Gobierno, Pedro Pablo Kuczynski () debió enfrentar una calamidad natural: el Niño Costero. Según informó el Indeci, ese desastre que duró hasta mayo de 2017 provocó casi 286.000 damnificados, 1.5 millones de afectados y 162 muertos.

El 15 de marzo del 2017 las intensas lluvias provocaron que el 22% de las carreteras del país quedaran afectadas, ese día el río Rímac se desbordó a la altura del Parque de la Muralla y el Centro Histórico de Trujillo se inundó.

“El Gobierno está absolutamente dedicado a impedir más problemas. Tenemos maquinaria, lo que pasa es que este es un diluvio que nadie podía prever, porque ocurre cada 50 años”, manifestó PPK por televisión.

La crisis se agudizó pues Lima se quedó sin el servicio de agua potable por efecto de los huaicos que cayeron sobre el Rímac. Además, se desplomó el puente Solidaridad, En tanto que en el norte el río Piura se desbordó a fines de marzo.

Durante esos días, PPK sobrevoló distintas zonas afectadas por las lluvias y huaicos en el norte del país y sus ministros viajaron a diferentes regiones a supervisar los trabajos para reabrir los caminos destruidos.

La administración de Kuczynski también lanzó la campaña “Una sola fuerza”, que recaudó donaciones para los damnificados, y creó la Autoridad de la Reconstrucción con Cambios. Esta entidad fue duramente criticada por la oposición, porque tras dos años del fenómeno de El Niño el avance de las obras de reconstrucción ha sido muy lento.

8. Otras catástrofes

El terremoto de Huaraz del 31 de mayo de 1970, con una magnitud de 7,8 grados Richter, fue seguido de un aluvión en el Callejón de Huaylas que hizo desaparecer la localidad de Yungay.

Fue uno de los sismos más letales del pasado siglo. Murieron 65.000 personas, resultaron heridas 160.000 y 600.000 fueron los damnificados que quedaron sin techo. Entonces gobernaba el país el general Juan Velasco Alvarado, jefe de la Junta Militar de Gobierno. La ayuda a la zona recién empezó a llegar a los tres días. Los reporteros de los medios de prensa hicieron su mejor esfuerzo para informar in situ, siendo uno de los primeros en lograrlo el periodista Javier Ascue, de El Comercio, quien junto con el fotógrafo José Michilot registró los primeros testimonios de la tragedia.

El terremoto de Huáraz fue devastador. (Foto: Archivo Histórico El Comercio)
El terremoto de Huáraz fue devastador. (Foto: Archivo Histórico El Comercio)

Durante su segundo gobierno, Fernando Belaunde se vio rebasado para enfrentar el fenómeno de El Niño de 1982 y 1983 que tuvo efectos devastadores y afectó a 16 departamentos durante más de 200 días.

Como señala Nelson Morales, médico de la Sociedad Peruana de Medicina de Emergencias y Desastres, las lluvias torrenciales, desborde de ríos, inundaciones, huaicos y sequías (particularmente graves en el altiplano sur), siendo los departamentos más afectados los de Piura y Puno. Los resultados fueron 512 muertos, 1.304 heridos y 587.120 personas quedaron sin vivienda. Las pérdidas económicas se calcularon en 1.000 millones de dólares